El año que acabamos de abandonar, fue el año seleccionado por los fabricantes para que la realidad virtual se convirtiera en una nueva forma de disfrutar de los juegos además de consumir contenido. Primero llegó Facebook lanzando las Oculus Rift y posteriormente lo hizo HTC con su modelo Vive, modelo que nos ofrece una mayor calidad en casi todos los aspectos, y que es 100 euros más caro que su máximo competidor. Si nos salimos de los dos grandes de la realidad virtual, tan solo encontramos a Sony con las Playstation VR, unas gafas de realidad virtual que únicamente son compatibles con la PS4 con unas prestaciones bastante inferiores.
De momento tanto las Oculus Rift como las HTC Vive son dispositivos que no están al alcance de todo el público, con un precio que supera los 700 dólares con el equipamiento básico, precio al que hay que añadir un ordenador bastante potente si no queremos sufrir cortes o rateos durante el desarrollo de esta experiencia inmersiva. De su lanzamiento, no hemos tenido cifras de ventas de ninguna de la compañías, pero parece que el máximo responsable de Epic Games, Tim Sweeney nos ha sacado de dudas afirmando que el modelo de HTC supera en ventas ampliamente al modelo de Facebook Oculus Rift.
El principal motivo es la superior calidad que nos ofrece, pero el único, ya que la limitación de la tienda de aplicaciones de Oculus impide que muchos usuarios puedan disfrutar de otros juegos disponibles en otras plataformas como Steam, plataforma a la que si se puede acceder pero realizando unos pasos que no todo el mundo conoce, con quien se alío HTC para crear las HTC Vive. Esta limitación de acceso a más juegos es otro de los factores que están perjudicando las ventas de las gafas de realidad virtual de Facebook, algo que con el tiempo tendrán que cambiar si realmente quieren convertirse en una alternativa a las HTC Vive o bien quieren quedarse a las primeras de cambio fuera del mercado o como un simple segundo.