El Museo Internacional del Espía en Washington DC está provocando infartos a sus visitantes

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El Museo Internacional del Espía es un museo privado donde podemos encontrar un gran número de objetos relacionados con el espionaje en la vida real, de hecho, muchos de sus miembros son antiguos agentes de la CIA, lo que le permite otorga un halo de misterio e intriga a todas las personas que lo visitan.

En las películas de espías, lo más cerca que los ciudadanos de a pie podemos estar este mundo que siempre llama la atención, sobre todo en las películas de James Bond, llama especialmente la atención la pasión que tienen algunos villanos por los tiburones. El museo es consciente de ello y ha creado una sala especial para este escualo.

Una de las salas del Museo Internacional de Espía, nos muestra un tanque donde podemos ver a un tiburón dando vueltas muy cerca del cristal. Como suele ser habitual en este tipo de exhibiciones, se encuentra el correspondiente cartel donde nos incita a meternos las manos en los bolsillos y así evitar tocar el cristal para llamar la atención. Pero el ser humano es curioso por naturaleza, y en la mayoría de ocasiones los visitantes hacen todo lo contrario.

Los espías, saben mucho acerca de la curiosidad, de hecho es intrínseco de su profesión, y en la sala, en lugar de montar un acuario con tiburón, han montado monitor de alta resolución con el tiburón dando vueltas muy cerca la pantalla, que simula perfectamente a un acuario, ofreciendo una sensación de realidad altísima. En el momento en el que el curioso de turno toca la pantalla, el tiburón embiste el supuesto cristal creando unas grietas que pondrían en peligro la integridad el acuario y obviamente un susto monumental para el curioso de turno.

Si bien es cierto que no es el primer montaje que podemos encontrar de este tipo, gracias que la tecnología avanza a pasos agigantados, sobre todo si hablamos de pantallas con resoluciones altas superando el 4k, la verosimilitud que pueden ofrecer este tipo de imágenes son cada vez mayores, y sino que se lo digan a Gregory Heinzman, protagonista del vídeo, quien acudió al museo con su mujer Casey Peck, para documentar la visita, y optó por no hacer caso del cartelito.


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  1.   Anton Chigur dijo

    y si eso les sorprende es porque aun no han visto nada