Las principales operadoras de telecomunicaciones en España han intensificado el cerco a las estafas telefónicas: desde el 7 de marzo se han neutralizado millones de intentos de fraude mediante llamadas y mensajes de texto. El despliegue del plan antiestafas del Gobierno ha introducido nuevas obligaciones que ya se están notando en el día a día de los usuarios.
Con la entrada de un segundo paquete de medidas en junio, el volumen de bloqueos diarios se ha disparado, reduciendo la exposición de la ciudadanía a campañas masivas de suplantación de identidad. El Ministerio de Transformación Digital recalca la colaboración de las operadoras y el cumplimiento de las nuevas normas.
Balance de bloqueos y evolución
Desde la puesta en marcha del plan, se han bloqueado 47.971.400 llamadas y 2.212.950 SMS fraudulentos. Estas cifras reflejan el impacto de un enfoque coordinado entre Administración y sector para cortar la cadena delictiva antes de que el engaño llegue al usuario.
En la primera fase (del 7 de marzo al 7 de junio), la media diaria fue de 235.600 llamadas interceptadas y 10.000 SMS frustrados, un primer filtro que ya comenzó a reducir la presión sobre los consumidores.
Tras las medidas aplicadas en junio y julio, el promedio subió hasta 434.915 llamadas y 18.666 SMS bloqueados al día. El Ministerio destaca un aumento del 85% en llamadas y del 87% en SMS respecto a la etapa inicial, reflejando la eficacia de las nuevas restricciones.
Buena parte de estos intentos proceden del extranjero y simulan numeración nacional para generar confianza. Con los nuevos filtros frente al «spoofing» internacional, las operadoras bloquean una vía frecuentemente utilizada por los estafadores para colarse en las agendas.
Qué cambia con el plan antiestafas
Desde marzo, los operadores están obligados a bloquear numeración no atribuida, no asignada o vacía, un origen frecuente de robollamadas y envíos automáticos de SMS utilizados en campañas de fraude.
Desde el 7 de junio, además, se deben bloquear llamadas y SMS de origen internacional que aparenten proceder de un número español, con la excepción de clientes en roaming, cerrando la puerta a la suplantación del identificador de llamada.
Otra novedad clave es la prohibición de llamadas comerciales desde móviles. Las comunicaciones ahora deben realizarse con numeración geográfica, numeración específica para fines comerciales o desde números 800 y 900, a los que también se les permite originar llamadas.
Operadoras como Telefónica, MasOrange, Vodafone o Digi han adaptado sus sistemas para cumplir “a rajatabla” las exigencias regulatorias, reforzando la trazabilidad de las comunicaciones comerciales.
Ajustes ante nuevos patrones de fraude
Tras el veto al uso de móviles para ventas y al enmascaramiento internacional, algunos estafadores están recurriendo a prefijos nacionales. El Ministerio y las operadoras ya estudian medidas adicionales para mantener la eficacia del bloqueo y evitar que estos giros reduzcan la protección.
Los ataques suelen apoyarse en sistemas automáticos de marcación y envío masivo. Con las nuevas reglas, el sector potencia el filtrado preventivo y la validación del identificador, reduciendo el margen para fraudes que buscan datos sensibles o pagos inmediatos.
Próxima medida: registro oficial de remitentes en SMS
El plan contempla para 2026 la creación de una base de datos de identificadores alfanuméricos (los nombres que aparecen como remitente en SMS), gestionada por la CNMC, para registrar y verificar su uso por parte de empresas y administraciones.
Con ello se pretende atajar los mensajes que se hacen pasar por Correos, DGT, bancos u otros servicios, garantizando la autenticidad de las comunicaciones y facilitando la detección rápida de intentos de suplantación.
Se trata de una medida de mayor complejidad técnica cuyo despliegue normativo se espera concluir antes de su implementación, con el fin de reforzar la confianza en los canales de aviso por SMS.
Costes y responsabilidad de las medidas
El Gobierno ha confirmado que el coste de implementación recae íntegramente en las compañías de telecomunicaciones, sin subvenciones públicas, y que su impacto es asumible frente al perjuicio económico que causan estas estafas.
Si un ciudadano sigue recibiendo llamadas comerciales desde móviles, puede reclamar ante la Oficina de Atención al Usuario de Telecomunicaciones. La trazabilidad exigida a los números comerciales busca precisamente facilitar estas verificaciones.
Cómo afecta al usuario
En la práctica, el usuario debería notar menos llamadas y SMS engañosos y una identificación más clara de la publicidad telefónica, que ya no llegará desde móviles sino desde numeración geográfica o 800/900.
Ante comunicaciones sospechosas, conviene no compartir datos personales ni pulsar enlaces, y verificar por canales oficiales. Las reglas refuerzan la prevención, pero la prudencia del usuario sigue siendo determinante.
Con la colaboración del sector y las nuevas obligaciones regulatorias, el ecosistema telefónico español cierra el paso a gran parte del fraude mediante bloqueos masivos, mayor trazabilidad de las llamadas comerciales y un futuro registro de remitentes SMS para blindar la identidad de quien comunica.
