[Opinión] ¿Es Unity el siguiente gran Assassin's Creed?

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Después de siete años uno ya no sabe cómo afrontar o qué esperar de cada anuncio y nueva entrega de la saga Assassin’s Creed. El criterio de Ubisoft a la hora de nombrarlas, elegir  ambientación y personaje del plano actual tampoco ayuda a saber qué entrega es una de esas que introduce novedades de peso y cuál se limita a perfeccionar y pulir fallos de las anteriores.

Ya digo, no termino de entender por qué en una misma saga encontramos títulos numerados (Assassin’s Creed I, II y III), otros que tiran de subtítulo (Assassin’s Creed: La Hermandad) y, por último, encontramos otro que junta ambos dos como es Assassin’s Creed IV: Black Flag. ¿Qué hace que una entrega tenga el “derecho” a llevar un número en su título? Había pensado siempre que todo giraba en torno a la ambientación pero ahora nos vamos a la Revolución Francesa y nada de entrega numerada. Raro.

Dejando a un lado la conflictiva nomenclatura y extraña estrategia de marketing de Ubisoft con su saga estrella, Assassin’s Creed Unity se antojaba como una de esas entregas “menores” en las que se cogía un poco de aquí y allá y se mezclaba con mayor o menor tino ofreciendo, eso sí, un nuevo personaje y una nueva ambientación además de ser el primer paso en la nueva generación de consolas. Pero poco a poco, conforme más se ve y se sabe, ésta sensación empieza a diluirse.

Y a eso está contribuyendo la información exclusiva que irá publicando la revista americana GameInformer durante este mes de agosto. Gracias a lo mostrado durante el E3 descubrimos que el juego dejará a un lado el multijugador tradicional en la saga y centrarán los esfuerzos en ofrecer un cooperativo de hasta cuatro jugadores para ciertas misiones a lo largo del juego. Y también pudimos conocer que se ha trabajado intensamente en refrescar y perfeccionas las mecánicas básicas: el combate, el sigilo y el recorrer la ciudad.

Es el primer paso de una renovación completamente necesaria con el objetivo de evitar esos síntomas de agotamiento tan acusados de las últimas entregas con una, como Assassin’s Creed III, con un desarrollo pesado y que va perdiendo fuelle y otra, Assassin’s Creed Black Flag, dejándose por el camino mejoras básicas como movimientos y animaciones implementadas un año antes.

De esta forma, parece que el recorrido por la capital francesa será una gozada debido a una mayor agilidad y, sobre todo, un abanico mucho más amplio de movimientos entre los que cabe destacar esa nueva mecánica para descender desde grandes alturas sin recurrir a los tan clásicos saltos de fe.

En cuanto al sigilo, siempre me ha parecido extremedamente sorprendente que una saga que se presta tanto a ello, por concepción y concepto, no tuviera un modo sigilo propiamente dicho y se tuviera que echar mano de unas mecánicas y movimientos tremendamente arcaicos e incómodos; eso parece agua pasada y será Unity el primer título en el que podremos agacharnos y andar a hurtadillas con una mayor importancia de las coberturas (no deja de sorprender, de nuevo, la tardía inclusión de esta mecánica siendo la saga Splinter Cell propiedad de Ubisoft). En relación a esto se confirma, además, que se dejan atrás esas misiones en las que cualquier error nos llevaba a la desincronización sin posibilidad de remedio alguno.

Unity

¿Y el combate? En mi opinión ha sido, desde siempre, el punto más débil de ese conjunto tan complejo que es cada Assassin’s Creed. Y es que mientras unos, como Rocksteady y su Batman o United Front con Sleeping Dogs, avanzaban y perfeccionaban hasta el extremo lo que Ubisoft, en cierto modo, inició, la saga de los asesinos se quedaba estancada en una mecánica consistente en la repetición de una misma combinación de dos botones para acabar con la cantidad de enemigos que tuviéramos delante, sin importar nada más.

Según palabras de Alex Amancio, director del título, parece que son muy conscientes de este hecho y han dedicado una buena parte de los casi cuatro años de desarrollo con los que está contando Unity para, sin dejar de lado el concepto inicial, profundizar en en el área de combate añadiendo parrys, dotando de mayor importancia al contraataque y los movimientos de evasión, etc. En palabras de Amancio, “antes podías enfrentarte a cinco o seis enemigos sin problemas, ahora la cosa empezará a complicarse con más de tres enemigos a la vez”.

Parece, también, que se han añadido lo que se podrían denominar “jefes” o enemigos de mayor importancia con patrones y un comportamiento únicos. Esta es, a priori, la característica en la que es más difícil cuantificar el nivel de mejora y progreso atendiendo a simples vídeos y será cuando nos pongamos a los mandos cuando podremos afirmar con rotundidad si es un paso adelante o no. Esperemos que así lo sea porque, repito, creo que es el campo más necesitado de mejora y evolución.

Siguiendo con los detalles extraídos de la revista americana encontramos un par de añadidos que podrían calificarse de menores teniendo en cuenta la renovación general pero que un servidor venía demandando en la saga desde hace numerosas entregas. Arno, el protagonista de la historia, será un personaje que adaptaremos a nuestro estilo de juego ya que contaremos con tres ramas de habilidades (combate, sigilo y navegación) a las que ir sumando los puntos que ganemos. Además, la personalización de la vestimenta pasará de simples trajes completos cuya única diferencia reside en lo estético a distintas piezas para todo el cuerpo (capucha, máscara, pechera, muñequeras, pantalones y botas) que contarán con estadísticas y valores que influirán en el comportamiento y habilidades de Arno.

No hay que olvidarse, ojo, de un apartado técnico que deja claro que estamos ante un título exclusivo para PC y las consolas de nueva generación, no ya solo en un aspecto gráfico imponente con grandes detalles como una iluminación cuidadísima si no con una envergadura a destacar, trabajando sobre una París recreada rozando la escala 1:1 y pudiendo presentar multitudes de hasta 3.000 NPC (otra cosa será cómo rendirá en Ps4 y Xbox One, claro).

Esto es lo que, a falta de algo más de dos meses, conocemos de Assassin’s Creed Unity. Las cartas que Ubisoft ha mostrado van camino de ganar la partida pero seguimos con incógnitas como el nivel y ritmo argumental del título o la personalidad y trasfondo del protagonista. Además, a uno no se le puede quitar esa sensación de que estamos ante una franquicia cuyas entregas parecen ser producidas en cadena y a toda velocidad con el único objetivo de la rentabilidad y no de calar en el usuario. Sea como fuere, me sorprende esperar con ilusión un nuevo Assassin’s Creed.. Pero en esto de los juegos, cuantos más, mejor. Muchas ganas de que llegue el 28 de octubre.


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