Faltan escasos tres meses para que las añejas Xbox 360 y PlayStation 3 tengan que inclinarse ante la llegada de sus reemplazos generacionales: Xbox One y PlayStation 4, respectivamente. No cabe dudad de que el destino de ambas máquinas parecía sentenciado tras aquella espantosa presentación de Xbox One.
Sin embargo, rectificar es de sabios, y Microsoft tomó buenas notas de las críticas contra su sistema en aquella primera muestra del mismo al mundo entero. Con un cambio de políticas sustancial, ¿qué opción parece más atractiva ahora? ¿PlayStation 4 o Xbox One?
Las consolas
Para gustos, colores, o esa es la socorrida expresión a la que se suele recurrir cuando algo desentona y ese parece el caso del aspecto estético de Xbox One. Las comparaciones con los añejos reproductores VHS no tardaron en llegar, y sin embargo, con PS4, a pesar de guardar una línea similar, el mundo se deshizo en elogios. Ciertamente, sí, la consola de Sony tiene un acabado más llamativo, aunque a nivel personal, no considero precisamente a estas máquinas como dos consolas con un presencia con personalidad: da la sensación de que se han creado de dentro hacia afuera y las carcasas carecen de personalidad. Si no, recordad, por ejemplo, el trío Nintendo 64, PlayStation y Saturn.
Entrando al trapo con características técnicas albergadas en lo más profundo de las entrañas de PlayStation 4 y Xbox One, parece que desde AMD, responsable de la potencia bruta de ambas consolas, ya han aventurado que la consola de Sony, al menos sobre el papel, es más poderosa que Xbox One (todos podemos rememorar aquella noticia de los 8 GB GDDR5 que fue todo un mazazo mediático) Llegados a este punto, quiero hacer memoria y recordar algunas palabras de Microsoft que decían algo como que ellos se querían centrar más en la experiencia y no en los gráficos. Leyendo entre líneas, a buen entendedor, pocas palabras bastan. No voy a detenerme con aburridos párrafos cargados de datos técnicos que podéis consultar en la red de redes, pero sí que os invito a echar un vistazo a estos vídeos con de juegos de Xbox One y PlayStation 4.
Los mandos
Una vez más, opiniones en los dos sentidos. El mando de Xbox 360 será recordado por su ergonomía y aptitud para juegos de conducción y shooters, ahora, hay ciertos géneros, como el de lucha, que ya podemos estar jugando a un sobresaliente título e igualmente la espantosa e imprecisa cruceta se encargará de echar por tierra la experiencia y la diversión. El nuevo pad de Xbox One cuenta con decenas de revisiones basadas en el feedback obtenido de los usuarios de Xbox 360. Las principales novedades y mejoras del pad serán la inclusión de vibración en cada gatillo, sticks más pequeños, con mejor ergonomía y con una zona muerta más reducida, entretanto, los botones han visto reducida su distancia entre sí, una cruceta más precisa y cómoda y el mando puede entrar en modo de bajo consumo. Es un pad bastante tradicional por el hecho de que más allá de la tecnología que lo hace trabajar conjuntamente con Kinect, no tiene añadidos llamativos: se descartó el que pudiera desprender olores o la inclusión de una pantalla en el mismo.
El nuevo DualShock ya ha sido calificado como uno de los mejores mandos de la historia por aquellos que lo han sostenido en sus manos (el resto de mortales tendremos que esperar para poder emitir juicio alguno) Se trata de una evolución del DualShock tradicional, pero vaya, el salto es bastante espectacular si comparamos con los que se produjeron entre los controladores de las anteriores PlayStation. Un diseño más redondeado y ergonómico parecen aumentar el confort del DualShock 4, además tendrá un pequeño altavoz incorporado (como en el Wiimote), por fin contará con entrada para auriculares (siendo un jack universal), gatillos mejorados (uno de los puntos flacos del DualShock 3: yo mismo tuve que comprar unos postizos para colocarlos sobre los originales), un llamativo led que cambia de color (por ejemplo, cuando disminuye nuestra salud, aunque me pregunto quién se fijará antes en el mando que en el hud del juego…) y, finalmente, un panel táctil con diversas aplicaciones, corona la montaña de mejoras y añadidos que han hecho evolucionar el DualShock 3 de una manera impresionante.
Está claro que hasta que no podamos sostener en nuestras propias manos ambos controladores, tendremos que fiarnos de la palabra de aquellos que sí han tenido acceso a los mismos. Para muchos será un gozo que el pad de Xbox 360 haya sido mejorado, mientras que otros se mostrarán aún más hypeados con esas fantásticas impresiones sobre el DualShock 4. Tiempo al tiempo.
Kinect y PS Eye
La resolución y tecnología de Kinect 2.0 deja atrás a las posibilidades del PS Eye. La resolución es mayor y parece tener un gran nivel de reconocimiento y precisión. Pero claro, los objetivos de Microsoft y Sony difieren sustancialmente en el enfoque que le quieren dar a sus periféricos. Kinect para Xbox One iba a ser un elemento crucial: la consola iba a funcionar obligatoriamente con él, es más, el aparato iba a estar en un modo suspensión especial cuando apagáramos la consola para poder encender la misma con un comando de voz. Esta característica no fue bien recibida por la comunidad de jugones, y más después de que, casualmente, se revelara la colaboración de Microsoft con los servicios de inteligencia de los EE.UU., incluso algunas administraciones, como la alemana o la australiana, tildaron a Kinect de aparato de espionaje camuflado de juguete.
Y por lo visto hasta ahora, el aparato no es que sea pequeñito, incluso Microsoft afirma que es bastante caro de producir. Lo que ocurrió después ya lo sabemos todos: cascadas de protestas y bajada de pantalones de los norteamericanos. Kinect ya no es obligatorio, y en este punto, uno se pregunta adónde fue a parar aquel discurso sobre las cualidades milagrosas y únicas de este aparatito, esencial para el funcionamiento de Xbox One. Sony, por su parte, decidió no incluir el PS Eye en el pack de la consola para no encarecer el mismo. Y en cuanto a la finalidad del periférico, parece que irá destinado a los juegos que le den soporte y a algunos programas que lo usen de manera activa, quedando, por tanto, en un discreto segundo plano.
Políticas de juego y Online
Microsoft ha ganado más de 5.000 millones gracias al cobro de sus distintos servicios, lo que incluye los pagos por el juego online y las agresivas políticas de micro transacciones de Xbox Live. Por supuesto, con Xbox One se mantendrá el te-cobro-hasta-por-respirar, aunque han sido capaces de ceder en algunos aspectos, como en el hecho de que sólo hace falta una persona con suscripción Gold en la consola para que el resto de usuarios también disfruten de las «ventajas» de esa membresía. Sony, ni corta ni perezosa, tomó como referente el sistema de negocio de Microsoft y lo ha trasladado a PS4, aunque con más inteligencia.
Todos conocemos PS Plus y su sistema de alquiler de juegos -porque es en toda regla eso, un sistema de alquiler acompañado de algunos descuentos para hacer efecto carambola- que se ha popularizado en el último año: basta con gastarse 15 euros y tendremos tres meses para jugar a distintos juegos de PS3 y PS Vita…que nos oferte Sony, porque esa es otra: vas a jugar a lo que ellos quieran que juegues. Puede ser un sistema que responde ante un perfil de consumidor, pero ante el jugador tradicional, resulta totalmente insulso: un hardcore player se comprará los juegos que esté esperando de salida y tampoco va a estar pendiente de lo que puede entrar o no en la oferta mensual de juegos de PS Plus -y que son todos, evidentemente, juegos con cierta antigüedad-. El verdadero problema viene cuando dentro del paquete de PS Plus entra el juego online: se acabó jugar gratis a los títulos con juego en línea en las consolas de Sony. Y esto se dijo pasando de puntillas tras otro anuncio de doble filo de la compañía. Remarcar también que Microsoft está imitando la estrategia del Plus, aunque con un matiz diferente y muy sustancial: los juegos que descargues son para ti mientras los conserves en tu disco duro, sin necesidad de renovar Gold, aunque claro, viendo lo que regalan… Tampoco sabemos si esta promoción se trasladará a Xbox One.
Todos recordamos que Microsoft no iba a permitir el préstamo de juegos, su instalación iba a ser obligatoria, se pretendía hacer un mercado de segunda mano oficial -donde hasta los desarrolladores obtuvieran beneficio de las copias usadas, conectar la consola una vez cada 24 horas para hacer un chequeo de licencias-… pero esto se fue al traste al tiempo y volvimos a la normalidad presente en la actual generación. Cuando Sony dio réplica a aquellas absurdas políticas de Microsoft, llegando hasta a mofarse de la misma, aseguró que ellos no iban a imponer límite alguno al uso de sus juegos. Repito, de SUS juegos. Más tarde, en entrevistas a algunos medios, matizaron que si alguna tercera compañía quería cobrar por, por ejemplo, el acceso a un modo multijugador o al uso de sus servidores, tenían libertad para hacerlo.
En cuanto a la conexión permanente de algunos juegos, parece que va a ser una realidad que con el tiempo se transformará en normalidad: juego como The Division, de Ubisoft, tendrán esta característica presente, o incluso Microsoft sigue insistiendo en la potencia de la nube para mejorar nuestra experiencia de juego, lo que pasa, inexorablemente, por estar siempre en línea.
Juegos
En este apartado, de momento, la balanza se inclina, claramente, del lado de Microsoft. Mientras que Sony ha enseñado los mismos cuatro juegos desde febrero -que serían Knack, inFamous: Second Son, Drive Club y Killzone: Shadow Fall, aunque habría que sumar The Order, presentado posteriormente y del que casi no sabemos nada-, Microsoft soltó una buena traca en el E3: Halo, Sunset Overdrive, Forza 5, Quantum Break, Crimson Dragon, Dead Rising 3, Ryse, Titanfall -aunque dudo de la exclusividad de este-, Killer Instinct, D4… Otra cosa es que, allá con los gustos de cada cual, sintamos predilección por un sistema o otro conforme a los juegos, pero lo que no se puede negar es que Sony ha mostrado una cantidad de exclusivos que se cuentan con una mano y estamos a 3 meses del lanzamiento de la consola -por no mencionar que juegos como el reciclado Final Fantasy Versus XIII en decimoquinta entrega de la saga o el futuro Kingdom Hearts vayan a ver la luz en Xbox One-.
Habrá que esperar a ver si The Last Guardian dará el salto a PS4, con qué nos sorprenderá Naughty Dog -la secuela de The Last of Us es una apuesta segura para el futuro, así como un inevitable Uncharted 4- y si Santa Monica se redimirá del algo flojo God of War: Ascension. También hay que señalar que Microsoft se está garantizando contenido dlc en exclusividad, total o temporal, para Xbox One.
Precios y packs
Uno de los puntos fuertes de PS4 con los que se ganó Sony al público fue con el precio de la consola: 399 euros. Y el anuncio llegó justo después de los demoledores 499 euros que se confirmaron para Xbox One. No obstante, debemos reflexionar sobre el hecho de que la consola de Microsoft incluirá Kinect, mientras que PS4 no tendrá PS Eye, que se venderá suelto a 60 euros, aunque como ya remarqué, el fin de estos periféricos difiere mucho. Pero claro, ahora nos preguntamos qué sentido tiene meter un Kinect con la consola si ahora resulta que no es esencial para su funcionamiento.
Curiosamente, en Colonia, Microsoft no volvió a hablar de precios, pero sí de un pack con Call of Duty: Ghosts -algo que gustará mucho en la tierra del Tío Sam- y de la entrega de una copia digital de FIFA 14 a las personas que reserven la consola -dicen que son unidades limitadas-. Sony, por su parte, aún no ha anunciado ningún pack, aunque en este asunto, prefiero centrar mi atención en Microsoft y ver cómo van a reaccionar: ¿sacarán un pack sin Kinect y más económico? ¿Rebajarán el precio de la consola y el periférico directamente? ¿Se mantendrán en sus quince?
Conclusiones
Aún es pronto para sentenciar nada, y menos sin las consolas en la calle, pero yo ya no tengo tan clara la superioridad de Sony. Ciertamente, Microsoft metió la pata hasta el fondo en la presentación de Xbox One y lavar esa imagen les va a costar grandes sacrificios. Sony supo aprovechar ese espectacular traspiés y se ganó al público mediáticamente con su respuesta al no bloqueo de los juegos usados y el anuncio de una consola 100 euros más barata.
Sin embargo, en cuanto al juego en línea, la jugada maestra de Sony ha sido un caballo de Troya decorado con cintas de PlayStation Plus: ahora tendremos que pagar por jugar con nuestros amigos por internet, elijamos la consola que sea, cuando en antaño, uno de los estandartes de Sony era el juego online gratuito. También hay que mencionar que dan cierta manga ancha a las desarrolladoras en cuanto a medidas como el siempre conectado.
En cuanto al giro de 180 grados dado por Microsoft -y que algunos relacionan con la salida de Don Mattick de la compañía, del que afirmaban que era un pelele de Ballmer y a su vez a este personaje se le considera uno de los peores cinco directivos de la actualidad- es un cambio positivo, no hay duda, pero claro, ¿realmente podemos confiar en una compañía como Microsoft que luce estigmas como el de las tres luces rojas -aunque Sony también tuvo lo suyo con las amarillas-, la pérdida de exclusividades o el abandono del hardcore player en favor de las kinectadas? Ciertamente, la falta de confianza va a ser un lastre para los norteamericanos, pues existe el temor de que se produzca otro giro de políticas con la misma facilidad o que Xbox One se vea afectada de Kinectitis aguditis de nuevo.
PlayStation 4 cuenta a su favor con un precio más económico, parece que mejor mando, pero palidece frente a Xbox One en cuanto a la extensión de exclusivos -y ojo, que no estarán todos en el lanzamiento, pues inFamous se va a febrero de 2014- y al uso de servidores dedicados en el juego online. Meses atrás, la superioridad de PS4 sobre Xbox One era indiscutible, pero el trabajo de Microsoft ha resucitado el interés por su consola haciéndola tan interesante como la de Sony. Habrá que ver si los de Redmond pueden sorprender con la rebaja del precio o mostrando más juegos, porque si en unas semanas vemos algún exclusivo triple A anunciado para PS4, podría ser un duro golpe. Aún con todo, esto no ha hecho más que empezar.