Realidades y mitos de particionar un disco SSD

Circuito de un disco duro SSD

La imparable sustitución de los discos mecánicos (HDD) por los discos de estado sólido (SSD) no solo ha mejorado el inicio de nuestras aplicaciones y reducido los tiempos de espera. También ha cambiado algunas cosas que considerábamos ciertas hace apenas una década.

¿Has comprado un disco SSD para acelerar tu ordenador, pero no sabes si conviene particionarlo? O una duda más común, ¿los discos SSD siquiera se particionan? Resolveremos esas y otras dudas a continuación, y descubriremos los mitos y realidades detrás de particionar discos SSD.

Realidad #1. Todo disco tiene al menos una partición

Los discos duros, las tarjetas SD, la memoria dentro de tu móvil… todo lo que tenga espacio de almacenamiento debe estar particionado. Una unidad sin particionar no puede utilizarse hasta que contenga al menos una partición, pero puede contener varias particiones.

Una partición es una sección del almacenamiento que está separada del resto. Las particiones permiten a los usuarios dividir un disco físico en varios discos lógicos. Por ejemplo, para ejecutar varios sistemas operativos en el mismo dispositivo.

Crear particiones no es algo con lo que la mayoría de los usuarios tengan que lidiar. Pero es posible que tengas que particionar un disco al instalar un nuevo sistema operativo en tu ordenador, o al configurar un disco nuevo, sea este un HDD o SSD.

Muchos discos SSD incluyen una utilidad para clonar (duplicar) el disco que tienes instalado, y poder seguir trabajando sin tener que reinstalar nada. Pero si este no es el caso, o prefieres hacer una instalación limpia del sistema operativo, entonces debes particionar el disco SSD antes de instalarlo.

Un disco duro mecánico por dentro

Mito #1. Los discos SSD no se particionan

Lo que alguna vez fue cierto, ahora no lo es tanto. La recomendación de no particionar un SSD está relacionada a un aspecto que los distingue de un HDD. Los SSD actuales basados en memoria Flash están construidos con millones de celdas, cada una con un número limitado de ciclos de escritura.

Si creamos una sola partición que ocupe toda la capacidad del disco, y hacemos un uso razonable del espacio (dejando suficiente libre), la mayoría de los SSD sobrevivirán al ordenador donde estaban instalados. Podrían durar décadas, en teoría.

Pero al crear particiones pequeñas en un SSD, y en especial si se sobrescriben intensamente (como la partición del sistema operativo) podemos acelerar la muerte del SSD. Al no dejar que se “desgaste uniformemente” es posible que la unidad SSD falle antes de tiempo.

Con los primeros discos SSD, costosos y de poca capacidad, este era un problema lo suficientemente serio como para recomendar no particionarlos. Por fortuna, esto ha cambiado, y puedes particionar tu SSD, teniendo cuidado de dejar suficiente espacio libre en cada partición.

Disco duro de estado sólido SSD por fuera

Realidad #2. Una partición que falla puede afectar a todo el SSD

Con los discos mecánicos (HDD) era fácil pensar en las particiones como un “seguro” a la hora de recuperarnos de un fallo. Cuando la partición que contenía nuestro sistema operativo fallaba, nos tranquilizaba pensar que nuestra preciada información personal estaba intacta.

Pero los SSD son diferentes. Lo que en un disco mecánico puede ser una falla que afecta progresivamente a “zonas” del disco, en un SSD suele ser algo más abrupto y catastrófico. Los SSD tienen muchas ventajas y ciertamente fallan menos… pero cuando fallan, lo hacen a lo grande.

Y puede ser peor; la mayoría de los servicios de recuperación profesional de datos simplemente no trabajan con discos SSD. Si no has respaldado tu información, y tu SSD falla, es casi seguro que la pierdas para siempre.

Si piensas crear una partición de “Respaldo” o “Backup”, hazte un favor y no lo hagas las copias de seguridad sobre el mismo disco SSD que piensas respaldar. Usa en cambio un disco mecánico (HDD), un disco externo o de red (NAS) o mejor, un servicio de almacenamiento en la nube.

Esto nos brinda otro argumento a favor de particionar tu SSD. Si tienes tus datos más importantes en una partición, será mucho más fácil respaldarlos. No solo el tamaño requerido para respaldar será menor, sino que el tiempo que tomará hacerlo también se reducirá.

Un disco duro de red (NAS)

Mito #2. Particionar hace más rápidos (o más lentos) a los SSD

Este es un mito heredado de los antiguos discos mecánicos (HDD). Sin embargo, particionar una unidad SSD no la hará más rápida o más lenta, ya que se necesita la misma cantidad de tiempo para leer cualquier parte del almacenamiento. Expliquemos el origen del mito.

La razón por la que un disco duro mecánico se llama así, es porque dentro tienen un disco real, hecho de metal o vidrio, recubierto con material magnético, y que gira a una velocidad muy elevada. La información se lee o escribe al pasar bajo un cabezal que se desplaza hacia cualquier punto de la superficie del disco.

Al particionar un HDD se creaba un espacio contiguo, una “zona” del disco, que acotaba o limitaba el movimiento del cabezal de lectura y escritura. En casos muy especiales, y al particionar de una forma específica, se podía obtener una ligera mejora del rendimiento.

En un SSD no existe realmente un disco que gira, ni tampoco un cabezal. Las particiones tampoco representan un espacio contiguo dentro de la memoria Flash, y es posible acceder a cualquiera de las celdas prácticamente en la misma cantidad de tiempo.

Particionar un SSD no empeorará ni mejorará el rendimiento. Tampoco ayudará a aumentar o disminuir las velocidades de lectura y escritura.

Disco duro de estado sólido en formato NVMe

En resumen, ¿debo particionar mi disco SSD?

Si lo anterior aún no responde a tus dudas sobre si debes hacer particiones en tu disco duro SSD, la respuesta definitiva es: depende de tus necesidades. No existe ninguna ventaja en cuanto a rendimiento, pero particionar te permite mantener las cosas organizadas.

Si puedes manejar todos los datos en un solo lugar, y no usas varios sistemas operativos, entonces no necesitas crear particiones. Sin embargo, si utilizas dos sistemas operativos o quieres facilitar las copias de seguridad, particionar el SSD podría ser la respuesta.

Todo lo que necesitas es entender que los SSDs no son HDDs. Son diferentes en cuanto a funcionamiento y fabricación. Piensa en tus necesidades específicas antes de tomar la decisión.


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