Los e-readers (lectores de e-books o libros electrónicos) son dispositivos cada vez más populares entre los lectores. Esta tecnología no ha dejado de evolucionar desde la aparición del Kindle en 2007. Sin embargo, todavía sigue habiendo aspectos que se pueden mejorar. En este post vamos a analizar los problemas más habituales que surgen al usar un eBook y cómo solucionarlos.
Nos centraremos en los problemas técnicos y de formato más comunes, que suelen arruinar nuestra experiencia de lectura. También ofreceremos algunas soluciones que nos pueden servir en la mayoría de los casos sin necesidad de recurrir al servicio técnico.
Incompatibilidad de formatos
Aunque hay marcas y modelos todoterreno, no todos los e-readers son compatibles con ciertos formatos de eBook. El caso más famoso es el del Kindle, que no soporta el popular formato .epub (el más popular del mundo, por cierto). Es importante informarse de esto antes de comprar un lector de libros electrónicos, para evitar desagradables sorpresas.
En todo caso, no es un problema irresoluble. Para eso están las herramientas de conversión especializadas, como por ejemplo Calibre.
La batería se descarga muy rápido
Los nuevos modelos de e-readers incorporan numerosas funciones (iluminación, conectividad, etc.) lo cual representa grandes ventajas, pero también un mayor consumo de batería. A veces este problema se acentúa y nos encontramos con que hay que estar interrumpiendo continuamente la lectura para recargar el dispositivo.
Algunas cosas que podemos hacer para que la batería nos dure más son reducir el brillo de la pantalla, desactivar las actualizaciones automáticas o apagar el dispositivo completamente cuando no lo vayamos a usar.
No queda espacio de almacenamiento
Sinceramente, este es uno de los problemas de usar un eBook que ocurren con menos frecuencia. La razón es simple: todos los modelos, incluso los más baratos, vienen con espacio de almacenamiento suficiente como para alojar miles de libros.
Sin embargo, para evitar llegar a este tipo de situaciones, es recomendable ir eliminando los libros ya leídos, usar una tarjeta SD (si el eBook lo admite) para tener más espacio o incluso utiliza la opción de almacenamiento en la nube que algunas plataformas ofrecen, como Amazon Kindle.
Problemas de visualización
Nada más frustrante para un lector que, en el momento de leer un eBook, encontrarse con tamaños de letra ilegibles, imágenes descolocadas o borrosas, saltos de página si sentido, párrafos mal alineados, etc. En la mayoría de los casos, esto se soluciona realizando los ajustes necesarios en el menú de configuración del e-reader, aunque hay otros casos en los que el problema es el propio libro. Si es así, es mejor eliminarlo y tratar de adquirir una versión actualizada del mismo.
Problemas de conectividad
Otro problema muy común a la hora de usar un eBook: no hay manera de establecer una conexión al WiFi de casa o bien surgen problemas inesperados para sincronizarse con las bibliotecas en la nube. Antes de pensar en otra cosa, es necesario que comprobemos algo tan elemental como que el WiFi esté activado y que no estemos situados fuera del alcance de la señal. También podemos probar a reiniciar el dispositivo o el router.
Si ya has comprobado todo esto y el problema persiste, habrá que verificar si existe alguna actualización pendiente de software del e-reader. Como último recurso, podríamos intentar descargar los libros en el ordenador y tratar de transferirlos al lector a través de un cable USB.
Pantalla congelada
Uno de los problemas que surgen al usar un eBook con el paso el tiempo es el de la «pantalla congelada». O, sin llegar a eso, no poder disfrutar de nuestras lecturas porque el lector electrónico responde con demasiada lentitud a nuestras acciones. ¿Qué hacer en estos casos?
Una solución clásica consiste en reiniciar el dispositivo pulsando el botón de encendido durante varios segundos (lo suficiente para que se apague y vuelva a encender). Si esto no funciona, se puede intentar restablecer los valores de fábrica del e-reader, aunque antes de hacerlo, lo ideal habría que haber guardado una copia de seguridad, para no perder los libros que tenemos descargados en él.
La cuestión del DRM
Para terminar, mencionaremos un problema con el que muchos usuarios se tienen que enfrentar todos los días. Sobre todo cuando intentan leer eBooks protegidos por DRM (Digital Rights Management), es decir, por la gestión de derechos digitales
Estos eBooks protegidos no siempre pueden ser leídos por todos los modelos de e-reader. Algunos están diseñados para funcionar solamente con una marca específica. Para evitar esta molesta situación, lo mejor que podemos hacer es asegurarnos de que el libro electrónico ha sido descargado desde una tienda compatible con nuestro dispositivo. De nuevo volvemos al ejemplo de los libros comprados en Amazon Kindle, que no pueden ser leídos en otros e-readers diferentes al Kindle.
Pero, a pesar de todo, hay soluciones (no siempre legales, hay que advertirlo) para burlar este bloqueo, eliminar DRM y hacer que los archivos puedan ser leídos en otros dispositivos.