Muchos son los problemas que hoy día tienen las redes eléctricas que funcionan en todo el mundo, sobre todo problemas que tienen que ver con el funcionamiento de los mismos ya que, literalmente y por decirlo de alguna manera sin entrar en demasiado detalle, el funcionamiento se basa en el equilibrio, es decir, si a la red se conecta aunque sea un cargador de móvil que antes no consumía corriente, en algún punto de la misma se tiene que introducir esta corriente.
Debido precisamente a esto no es de extrañar que poco a poco se imponga la idea de una red eléctrica inteligente, misma donde tomaría un protagonismo mayor la presencia de baterías de forma que no se precise de que una central eléctrica o algún tipo de generador vierta esa energía que necesitamos en un momento dado y el resto ‘se pierda‘, sino que este exceso quede almacenado de alguna forma para poder consumirlo cuando sea necesario. Una idea que ya está comenzado a tomar forma gracias a ideas como la que se está llevando a cabo en Reino Unido.
Reino Unido pone en marcha una particular forma de almacenar energía mediante aire líquido
En este sentido hoy quiero comentarte cómo en Reino Unido han desarrollado un nuevo sistema de almacenamiento de energía capaz de soportar hasta 15 MWh. Lo más interesante del mismo es la forma en la que esta queda almacenada ya que todo pasa por utilizar el exceso de electricidad presente en la red para enfriar el aire ambiente a -196 grados centígrados, una temperatura donde los gases en el aire se vuelven líquidos. Este líquido, posteriormente es almacenado en un recipiente aislado de baja presión.
Una vez tenemos este líquido almancenado, justo cuando la red demande más electricidad, el líquido es bombeado a alta presión donde vuelve a convertirse en gaseoso y se calienta a través de un intercambiador. En este punto el gas caliente generado se puede usar para mover una turbina y producir así, de nuevo, electricidad.
Esta nueva tecnología presenta importantes ventajas frente a los sistemas utilizados hoy día
Hoy día existen en el mercado muchas alternativas a este tipo de tecnología. La primera de ellas puede ser, por similitud, la denominada como Compressed Air Energy Storage y se diferencia de esta en que el aire se licua en lugar de comprimirlo, lo que finalmente supone una gran ventaja en cuanto a almacenamiento se refiere, sobre todo si tenemos en cuenta que en la utilizada en Reino Unido se usan tanques de baja presión en lugar de requerir una enorme caverna subterránea para su almacenamiento.
Por otro lado, si comparamos esta nueva tecnología con la hidroeléctrica bombeada, donde el exceso de electricidad se utiliza para poner en marcha una serie de bombas con capacidad suficiente para llevar agua hasta un depósito situado justo sobre una turbina hidroeléctrica. Llegado el momento y ante la necesidad, este depósito abre sus compuertas dejando caer el agua que, al pasar por la turbina, comienza a generar energía eléctrica. Comparando ambas tecnologías, nos encontramos con el sistema de almacenamiento de energía haciendo uso de aire líquido implementado en Reino Unido no necesita de un sistema de agua o diferencias de elevación para poder operar.
Para buscar un punto negativo en este interesante sistema de almacenamiento de energía tenemos que comparar esta tecnología, por ejemplo, con el uso de baterías de litio. En este sentido si que es cierto que en términos de eficiencia, la misma en el almacenamiento de energía mediante el uso de aire líquido es de tan sólo un 60 a 75% mientras que el uso de baterías esta eficiencia se eleva hasta un punto comprendido entre el 75 al 85%. Por otro lado, las baterías de iones de litio, a su vez, pueden responder a la demanda casi de forma instantánea mientras que la tecnología utilizada en este planta de Reino Unido, debido a su funcionamiento, precisa de un tiempo mayor para conseguir poner en marcha la turbina y que esta comience a generar energía eléctrica.