Sharkoon Skilller SGM3, un ratón gaming con buena relación calidad-precio

Por nuestras manos pasan infinidad de productos, domótica, telefonía móvil, gadgets variados… No podía faltar el producto gaming, uno de los que más nos gusta probar porque sabemos que así podemos ayudarte a decidir dentro de un mercado que cuenta con multitud de alternativas. En esta ocasión estamos con un producto de Sharkoon, la firma alemana que cuenta con una larga trayectoria en desarrollo de componentes para PC gaming y desde hace algún tiempo también periféricos a un precio ajustado. Tenemos sobre la mesa el Skiller SGM3 de Sharkoon, la tercera generación de un ratón gaming que ahora es también inalámbrico, descubre en este análisis todo lo que debes saber sobre él antes de sopesar su compra.

Como siempre, por si ya tienes claro o decidido que te vas a hacer con una unidad de este producto, te recomendamos adquirirlo a través de Amazon desde 39,99 euros (enlace), o apostar directamente por la web oficial de Sharkoon para conocerlo en detalle así como los distintos puntos de venta físicos y habituales donde encontrar sus productos. Ahora toma asiento porque vamos a mostrarte fotografías en detalle de este Sharkoon Skiller SGM3, ¿estás preparado?

Materiales y diseño: Sobrio pero efectivo

Nos encontramos con un ratón gaming de diseño bastante sobrio y agresivo. La firma alemana siempre se ha caracterizado por hacer ver sus productos atractivos pero sin entrar en la opulencia absurda que es tan habitual en el mercado. Este ratón tiene unas dimensiones de 124,5 x 67 x 39 mm y está fabricado en policarbonato de forma íntegra. Salvo por la rueda de desplazamiento, que es de aluminio recubierto con caucho para ofrecer un mejor agarre. Podremos adquirirlo en cuatro colores distintos, todos en acabado mate para ofrecer mayor limpieza y agarre: Blanco, gris, negro y verde oliva. Nos encontramos ante un ratón que sin el cable conectado pesa 110 gramos, bastante ligero.

Tenemos unos botones integrados en la carcasa, y un peso bastante bien repartido. La parte inferior cuenta con 4 almohadillas de desplazamiento intercambiables (incluye repuestos en la casa) y con el indicador de carga Qi del ratón. Los botones tienen todos un buen recurrido, incluso el deslizador central que nos permitirá ajustar los DPI. Preside el ratón en la parte central el logo de Sharkoon convenientemente iluminado a través de un LED RGB que además servirá de indicador de batería y como no, de indicador del DPI seleccionado. Podremos ajustar los parámetros de iluminación LED a través de su software disponible para descarga (enlace).

Especificaciones generales y botones disponibles

Nos encontramos con un ratón que ofrece un buen uso tanto a nivel «gaming» como para el uso diario, personalmente lo he combinado estos días para trabajar y para jugar al mismo tiempo, no encontrando limitaciones en alguno de sus aspectos, el diseño al ser sobrio además de agresivo permite utilizarlo en el día a día sin molestias. Cuenta con un adaptador inalámbrico de 2,4 GHz, el típico USB sin más florituras, ofreciendo a través de su sensor óptico un mínimo de 600 DPI y un máximo de 6.000 DPI que ajustaremos mediante el deslizador, el chip que controla el dispositivo es el ATG4090 con una tasa máxima de sondeo de 1.000 Hz y una distancia de lectura de 2 milímetros. Es compatible con Mac y Windows indistintamente, aunque el software «gaming» se ejecutará en Windows.

Disponemos de un total de siete botones entre los principales, el deslizador DPI que además es botón, el de la rueda y los dos laterales. Los botones laterales son OMRON y todos ellos son programables a través del software indicado. Están preparados para soportar nada menos que 10.000 millones de clics, por lo que no vas a tener problemas en ese aspecto.

En la variedad está el gusto: Por cable, inalámbrico e incluso carga Qi

Contamos llamativamente en este Skiller SGM3 que cuesta menos de 40 euros con tecnología de carga inalámbrica Qi, por lo que cualquier alfombrilla que disponga de esta capacidad evitará la descarga de su batería de 930 mAh nada menos, que ofrece una autonomía de 40 horas aproximadamente y que en nuestras pruebas se ajusta a la realidad, minutos arriba, minutos abajo, en función de la configuración del LED RGB, el uso y el resto de parámetros. Sin embargo, los más puristas ven en esto de la carga inalámbrica y la conexión inalámbrica un hándicap para el uso, y a pesar de que no parece ofrecer retardo alguno, estos también verán satisfechas sus necesidades.

Si así lo estimamos conveniente vamos a poder utilizarlo a través de su conexión MicroUSB a USB, incluye un cable trenzado de una longitud aproximada a 1,5 metros según nuestras mediciones, bañado en oro, y que aportará máxima conexión sin interferencias así como una autonomía permanente. Todo dependerá de nuestras necesidades y gustos, en mi caso personalmente he optado por utilizarlo en su versión inalámbrica y el resultado ha sido satsifactorio.

Experiencia de uso y opinión del editor

Como he dicho anteriormente, he estado utilizando este ratón indistintamente en macOS como en Windows, he de decir que en Windows gracias al software proporcionado las opciones son más y mejores, pero en macOS he debido utilizarlo en ocasiones varias para realizar trabajos del día a día de edición y redacción, sin problema alguno. En cuanto a su función principal es el juego, con los ajustes de su software obtenemos una experiencia bastante buena, cuesta creer que cueste «tan sólo 40 euros» cuando la competencia está ofreciendo características similares casi por el doble, aquí Sharkoon ha querido despuntar.

Está claro que no es el más llamativo ni espectacular, tampoco ha sido nunca la intención de Sharkoon que parece optar por el público gaming más serio, pero la ergonomía es bastante buena para resultar cómodo a todos los efectos, el diseño está cuidado y los materiales corresponden con el precio del producto. Destaca prinicipalmente el selector de DPI y la precisión de la rueda. Huelga decir que el ratón desliza correctamente tanto con alfombrilla como sin ella y yo no he encontrado problema de conectividad o precisión alguno durante el tiempo que han durado las pruebas.

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