Shokz OpenDots One, análisis en profundidad

Shokz OpenDots One

Cuando te colocas los OpenDots One, descubres una experiencia distinta: no llevan tapones, no bloquean el mundo, pero dibujan una banda sonora propia alrededor de tus oídos. Son ligeros como un susurro, casi olvidables, y revelan una intención clara: escuchar sin perder la conexión con el exterior. En un mundo de aislamiento acústico, estos auriculares se presentan como un gesto de apertura. Quédate con nosotros y descubre con este análisis en profundidad si verdaderamente merece la pena este producto tan peculiar.

Shokz, conocido por sus diseños de conducción ósea, incursiona aquí en el terreno del clip-on con vocación estética y técnica. Los OpenDots One no grita innovación innecesaria: propone un diseño sobrio que invita al uso prolongado y consciente. Cada detalle busca el equilibrio entre presencia sonora y ligereza perceptiva.

Diseño y materiales

El armazón de los OpenDots One está construido sobre una aleación de níquel-titanio (JointArc) recubierta por silicona suave al tacto. Esa combinación permite que el auricular se doble con naturalidad sin perder resistencia ni fatigar su memoria estructural. El clip se adapta sin dolor al lóbulo y al contorno de la oreja con una firmeza delicada.

Shokz OpenDots One

Cada unidad pesa aproximadamente 6,5 gramos, una cifra casi etérea que contribuye a su sensación de “casi no llevar nada puesto”. El estuche de carga, diminuto y elegante, admite cualquiera de los auriculares en cualquiera de sus ranuras (no existe distinción izquierda/derecha), una decisión práctica que demuestra atención al detalle.

Ergonomía para todos los públicos

Desde el primer minuto, los OpenDots se sienten cómodos: no hay presión invasiva, no hay sensación de peso. Caminas, gesticulas, giras la cabeza, y ellos permanecen en su sitio como acompañantes discretos. En sesiones largas pueden aparecer puntos de contacto leves, pero nada que comprometa su uso habitual.

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Shokz OpenDots One

Los controles son táctiles: doble toque o pellizco largo activan funciones como reproducir, saltar pista o invocar el asistente. Esa simplicidad es elegante, aunque en movimiento o con manos cansadas puede no ser tan intuitiva como un botón físico. Además, el modo auto-pausa tarda un par de segundos en activarse cuando quitas un auricular, lo que a veces genera pequeños desfases inesperados.

Características técnicas y conectividad

El OpenDots One incorpora Bluetooth 5.4, ofreciendo conexiones estables y soporte para multipoint (puedes vincular dos dispositivos al mismo tiempo). No es una implementación espectacularmente avanzada, pero cumple con solidez para el uso diario. La app Shokz permite ajustar el ecualizador, elegir modos de sonido, personalizar gestos o activar funciones como rastreo del auricular perdido.

Shokz OpenDots One

No cuenta con funciones como Auracast (al menos por ahora), pero sí permite alternar rápidamente entre dispositivos y mantiene compatibilidad total con iOS, Android y sistemas clásicos de audio. La conectividad se siente fluida salvo en escenarios de paredes gruesas o distancia extrema, donde puede aparecer alguna pérdida puntual de señal.

Lo importante, ¿cómo suenan?

Uno de los grandes desafíos del formato abierto es ofrecer graves contundentes sin saturar el resto del espectro. Aquí, Shokz apuesta por una configuración de dos drivers de 11,8 mm orientados en espejo, que según su tecnología Bassphere equivaldrían a un driver de 16 mm. Esa arquitectura logra realzar los bajos con presencia sin hacerlos invasivos, consiguiendo un resultado creíble y atractivo.

En medios y agudos los OpenDots entregan claridad adecuada: las voces se distinguen con naturalidad, los instrumentos no se pierden en un mar de graves. No obstante, si eres exigente con los matices armónicos o con la definición más allá de lo evidente, puede que eches de menos un perfil más refinado. El volumen máximo es generoso, lo suficiente para superar el ruido ambiental en exteriores, aunque no es recomendable abusar de ese nivel durante largos periodos.

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Autonomía

No decepcionan en duración: 10 horas por carga continua según Shokz, y el estuche añade aproximadamente otras 30 horas, alcanzando un total de 40 horas de uso combinado. Basta un par de minutos de carga rápida para recuperar un par de horas adicionales de reproducción, una práctica útil en situaciones imprevistas.

Shokz OpenDots One

El estuche admite carga inalámbrica, característica poco habitual en auriculares abiertos, lo que reduce la dependencia de cables. También cuenta con puerto USB-C para carga tradicional. En conjunto, la autonomía juega como un valor diferencial frente a la competencia del mismo formato.

Sus luces y sus sombras

Entre sus grandes virtudes destacan la ligereza extrema, el diseño clip elegante y cómodo, la buena gestión del grave en un formato abierto y la autonomía contundente. Que el auricular no distinga entre izquierda y derecha simplifica su uso diario y demuestra que cada decisión ha sido pensada.

Sin embargo, hay límites. La ausencia de aislamiento no es un error, es una condición del formato, pero en ambientes ruidosos la música compite con el entorno. Los controles táctiles son funcionales, pero no ideales en todas las situaciones. Y si tu oreja tiene una geometría complicada, algún punto de presión puede hacerse presente en sesiones prolongadas. Tampoco es un auricular para deportistas extremos: en deportes intensos puede haber interferencia con cascos o correas.

¿Para quién son estos auriculares?

Los OpenDots One no están hechos para quienes buscan sumergirse en una burbuja sonora; están pensados para quienes quieren música sin muros. Son ideales para pasear por la ciudad, caminar con precaución, realizar tareas de oficina con distracciones moderadas, escuchar podcasts mientras haces tareas domésticas o realizar trayectos urbanos en transporte público.

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Shokz OpenDots One

No son la mejor opción si buscas aislamiento acústico absoluto o máximo detalle en entornos silenciosos de estudio. Pero para quien valora conciencia del entorno y un audio decente sin sentirse encapsulado, representan un equilibrio inteligente y elegante.

Opinión del editor

El Shokz OpenDots One no pretende conquistar con poderío brutal, sino con sutileza y propósito. Entienden que el sonido puede acompañar sin opacar el mundo que nos rodea. Con diseño discreto, ergonomía audaz y un perfil técnico digno, logran que lo abierto deje de ser una limitación para convertirse en una virtud.

En su uso prolongado descubres su identidad: no es un auricular de espectáculo, sino un compañero fiel para el día a día. Escuchas con presencia, sin perder la conversación del pasillo ni el murmullo lejano del tráfico. Y cuando lo usas, cuesta imaginar volver atrás. Si valoras estar en el mundo mientras escuchas música, los OpenDots One merecen tu atención.

Shokz OpenDots One
  • Valoración del editor
  • Puntuación 4.5 estrellas
€199
  • 80%

  • Shokz OpenDots One
  • Reseña de:
  • Publicado el:
  • Última modificación: 4 de octubre de 2025
  • Diseño
    Editor: 90%
  • Calidad de audio
    Editor: 90%
  • Ergonomía
    Editor: 95%
  • Autonomía
    Editor: 90%
  • Portabilidad (tamaño/peso)
    Editor: 90%
  • Calidad-Precio
    Editor: 90%

Pros

  • Materiales y diseño
  • Comodidad
  • Experiencia de usuario

Contras

  • Precio
  • Identificación Iz-Der