SPC Gravity 3 Pro: Análisis en profundidad

Como en anteriores ocasiones, hemos vuelto a trabajar con un producto de SPC, una firma enfocada a democratizar numerosas tecnologías para hacerlas llegar al mayor número de usuarios posibles. En esta ocasión nos centramos en su sector de tabletas, adaptadas a las necesidades de los usuarios actuales y con numerosas funcionalidades.

Analizamos la nueva SPC Gravity 3 Pro, una tablet con lápiz inteligente y una revisión de hardware para ofrecer una buena experiencia. Descubre con nosotros todas las características y el desempeño de este nuevo producto de SPC, así podrás comprobar si realmente merece la pena adquirir una de estas tabletas.

Materiales y diseño

En este apartado SPC busca la simpleza y la durabilidad, sólo así pueden mantener un precio contenido sin renunciar a una buena experiencia. Así las cosas la tablet está construida principalmente en plástico con un chásis unibody bastante sólido. 

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Está pensada para utilizarse en horizontal, de ahí que la webcam se sitúe en el centro del bisel lateral, y no en la zona con menor longitud. También se debe a que el puerto POGO se sitúa en el bisel contrario. Para lo que sería el lateral derecho (insisto, en horizontal), queda tanto el botón power como el selector de volumen, quedando a la izquierda el puerto USB-C y el slot de tarjetas microSD.

Queda en la parte trasera sólo la cámara, el Flash LED y las referencias a la marca. Tenemos un producto bastante minimalista y enfocado, como hemos dicho, en la durabilidad y la funcionalidad.

En este sentido, SPC mantiene su línea de diseño y funcionalidad bastante inalterable, por lo que esta Gravity 3 Pro no destaca demasiado en este apartado, dejando el mayor atractivo al apartado del hardware.

Características técnicas

En el apartado técnico, SPC ha apostado por el MediaTek M58168 de cuatro núcleos con velocidades de hasta 2.0 GHz. Un procesador de gama de entrada, centrado en optimizar el consumo y capaz de contener las temperaturas. En el apartado gráfico, lo dejan todo en manos de la conocidísima ARM Mali-G52, que nos ofrecerá la capacidad suficiente para consumir contenido sin problemas, aunque sufre en las tareas más exigentes como el gaming.

En el apartado de la conectividad, debemos señalar que disponemos de WiFi 5 hasta 300 Mbps de carga y descarga, acompañado de Bluetooth 5.0 y disponemos de una salida de audio jack de 3,5 milímetros, para los más clásicos. Hablando de cables, no debemos olvidar que el puerto USB-C es OTG, por lo que podremos emitir, recibir y aprovechar todo el contenido, incluso a través de fuentes de almacenamiento de información.

En cuanto a la memoria RAM, disponemos de un total de 4GB, acompañados de 64GB de almacenamiento interno, que podrá ampliarse a través de tarjetas microSD de hasta 512GB. El almacenamiento estándar no es especialmente rápido, ya que no incluye ninguna de las tecnologías de última generación, pero suficiente para realizar las tareas más habituales.

Experiencia multimedia

Cuando hablamos de la pantalla, nos encontramos un panel de 10,35 pulgadas, un tamaño considerable a tenor del dispositivo ante el que nos encontramos. La relación de aspecto es de 16:10, es decir, un formato extremadamente panorámico. Como cabía esperar, tenemos un panel LCD IPS con una resolución bastante por debajo del FullHD, y es que ofrece 1332×800 píxeles, quizás uno de los puntos más negativos del dispositivos, que en su rango de precio podía haber apostado por un panel de más resolución.

A pesar de este detalle, el brillo máximo es bastante alto (sin datos concretos), lo que nos ha permitido consumir contenido en exteriores y con fuentes de luz directas. Si bien el recubrimiento oleófugo y antireflectante también es mejorable.

Volvemos a los altavoces situados en la parte inferior, que ofrecen un sonido bastante amplio, potente y con graves acentuados, convirtiéndose en uno de los puntos más favorables del dispositivo, completando una experiencia de consumo de contenido multimedia que se adapta bien al precio del dispositivo.

La cámara trasera ofrece una resolución de 5Mpx, con capacidad de grabación de vídeo hasta resoluciones 1080p (superior a la que puede reproducir), con un pequeño flash LED. Por su parte, la cámara frontal (720p) y el micrófono, cumplen con creces para el cometido de establecer videollamadas con cierto grado de fluidez y claridad.

Autonomía y Stylus

En cuanto a la batería, el dispositivo ofrece una capacidad de 6.000 mAh con una carga de 20W a través del cable y enchufe USB incluido en la caja, todo un detalle en los tiempos que corren. Esta capacidad que no es excesivamente llamativa, sí es suficiente para mantener más de un día de uso estándar, teniendo en cuenta que es una tablet y que su conectividad está bastante limitada a las redes WiFi, lo que favorece su drenaje.

Por otro lado, se incluye un pequeño lápiz inteligente, con un acabado metálico y que se carga a través de un puerto USB-C. Este lápiz funciona bien, es cómodo y bastante preciso, teniendo en cuenta el tipo de dispositivo ante el que nos encontramos. Sin embargo, SPC no instala de forma nativa ningún tipo de aplicación que nos permita interactuar con el lápiz, cuya sincronización es automática. De este modo, si queremos conocer los límites del lápiz tenemos que descargar aplicaciones externas más allá de las iniciales, ni tan siquiera una aplicación de notas podemos utilizar sin la previa búsqueda y descarga correspondiente.

Opinión del editor

Nos encontramos ante un producto bastante completo, que podemos adquirir en Amazon por poco más de 190 euros, así como en la propia web de SPC. Como punto favorable tenemos el brillo, los accesorios y un rendimiento en consonancia con el precio, sin embargo, ejecutar Android 11 y no contar con aplicaciones específicas para el stylus puede lastrar el producto.

A pesar de lo anterior, se agradece que no cuenta con bloatware de ningún tipo, lo que mejora el rendimiento general de la tablet. La Gravity 3 Pro está bien enfocada al público joven y estudiantil que le puede sacar rendimiento al lápiz, así como a aquellos que buscan entretenerse consumiendo contenido fácilmente desde el hogar, a precios muy contenidos.