Tesla no está pasando por su mejor momento. Acaba de publicar los últimos resultados trimestrales y la cosa no pinta nada bien: pérdidas de 619 millones de dólares y el gasto ha aumentado en el último año. Todo esto en conjunto ha alarmado a los inversores y Elon Musk ha tenido que salir ha explicar todo un poco.
El Tesla Model 3 es el responsable de todo lo que está pasando. Este modelo es el más ambicioso e importante de la compañía norteamericana de los últimos años. ¿Por qué? Pues porque quiere competir con otras berlinas del mercado con motores completamente eléctricos. Y lo hará, no solamente aludiendo a su marca, sino a un precio muy competitivo y un diseño que enamora a más de un usuario. De ahí que se decidiese poner un meta de una producción semanal de 5.000 unidades.
Nada de esto se ha cumplido. Es más, en el mes de julio, como bien indican desde Mashable, solamente se han entregado 30 unidades. Y desde entonces todo ha sido un calvario: comenzaban los retrasos de producción y se llevaron a cabo despidos masivos que hicieron ganarse a la marca una buena demanda y, por consiguiente, más pérdida de fondos.
Con todo esto, Elon Musk calcula —nunca se aseguran cifras— que se quieren llegar a las 5.000 entregas para marzo del próximo año 2018. Para conseguir esto, sus otros modelos de catálogo se verán afectados. Nos referimos a los modelos Tesla S y Tesla X. Según se ha comentado, ambos modelos tendrán menos atención y se reducirá hasta un 10 % de su producción. Con esto se puede saber hasta qué punto es importante el nuevo Tesla Model 3.
Ahora, no todo son malas noticias para la compañía. Y en el mismo comunicado se indica que se han conseguido hacer un total de 250.000 entregas desde su puesta en marcha en el mercado y que este año 2017 se han superado las 25.000 unidades entregadas de los tres modelos que conforman su exclusivo catálogo.