Cuando parecía que los coches autónomos estaban a punto de llevar al nivel 5, nivel de conducción completamente autónoma en la que no hace falta que en el interior se encuentre una persona, en las últimas semanas y meses hemos comprobado como parece que ese nivel de conducción está todavía muy lejos de alcanzarse y aunque no siempre es culpa del sistema de conducción.
Un vehículo de Uber fue el primer involucrado en un atropello mortal, lo que obligó a la compañía a retirar todos los vehículos de los diferentes estados en los que estaba realizando pruebas. Tesla, también se ha visto involucrada en un accidente mortal, debido en esta ocasión a una mala interpretación de la vía. Y como no hay dos sin tres, ahora le ha tocado el turno a Waymo, la filial de coches autónomos de Google.
El accidente se produjo en el condado de Chandler a medio día del viernes e involucró a un vehículo del fabricante Honda y un monovolumen Chrysler Pacifica de Waymo. Según los primeros resultados de la investigación, que todavía está en curso, el vehículo de Google no tuvo la culpa, ya que fue el otro vehículo el que se abalanzó sobre él al tratar de evitar un accidente en el cruce que acaba de cruzar y que dio como resultado que el Honda acabara invadiendo el carril contrario golpeando al vehículo autónomo.
Siendo un vehículo de conducción autónoma de nivel 4, en el interior se encontraba un conductor que no pudo evitar el accidente, conductor que salió ileso del accidente, al igual que el conductor del otro vehículo involucrado en el accidente.
Al estar involucrado un vehículo autónomo, este caso es competencia de las autoridades federales, al igual que sucedió tanto con el primer atropello mortal de Uber como el último accidente en el que se ha visto involucrado un Tesla, vehículo que dispone de un asistente a la conducción prácticamente autónomo pero que requiere de la supervisión en todo momento del conductor, algo que no acaban de entender algunos de los propietarios de estos vehículos.