Worten, la multinacional de establecimientos dedicados a la venta de artículos electrodomésticos y electrónica de consumo en general, acaba de ser sancionada considerablemente por la Agencia Española de Protección de Datos. Nos remontamos a 2013, cuando Worten vendió a una persona un disco duro que no sólo había sido utilizado, sino que incluía los datos del gran parte de su plantilla. Por si fuera poco el hecho de vender como nuevo un producto que ha sido devuelto, por lo que no cumple las condiciones de nuevo, nos encontramos con que ni se molestaron en verificar el estado del disco duro. Esto le ha costado a la cadena una multa de miles de euros que tendrá que afrontar en los próximos días.
Doble disgusto se llevó el comprador, que no sólo había adquirido gato por liebre (el disco duro no era nuevo) sino que encima poseía información privada de otra persona. Este disco duro contenía información personal y profesional de algunos de los empleados del centro Worten en cuestión. Esta tienda Worten estaba situada en Sevilla, y a finales de 2015 terminó por cerrar sus puertas, no sabemos si por la baja productividad o por la mala fama creada en el establecimiento. Sin embargo, por contra de lo que podíamos pensar, la queja no surgió del comprador, sino de los empleados cuya información personal y profesional no había sido tratada con la debida diligencia.
El departamento de RRHH había empleado este disco duro sin ningún tipo de profesionalidad, y luego lo había vuelto a poner a la venta. Tres años después, la AEPD ha multado con 10.000 en atención a la «infracción grave» cometida por Worten. La empresa, ha mostrado su conformidad con la sanción y aprovecha para restar hielo al asunto, tachándolo de caso aislado. En definitiva, no es la primera vez que nos encontramos con este tipo de faltas de profesionalidad y limpieza en establecimientos como Worten y Mediamarkt, lo que está terminando por favorecer la compra online.