Nuevamente tenemos que hablar de un tema de demanda de patentes. En esta ocasión ha sido la empresa Zenimax quien ha sacado a su ejército de abogados para luchar con los de la compañía de la red social de Mark Zuckerberg. Cabe recordar, que Oculus VR fue comprada por Facebook en el año 2014 por 2.000 millones de dólares, una cantidad demasiado elevada para un proyecto que apenas había sido desarrollado y que ha tardado dos años en ver la luz. La demanda de Zenimax con Oculus VR y su fundador Palmer Luckey, que al parecer ya ha sido admitida a trámite, se basa en el supuesto uso de la investigación que estaba realizando Zenimax en este campo antes de que su máximo responsable, John Carmack se uniera al proyecto de Palmer Luckey.
John Carmack, fue uno de los fundadores de ID Software, propiedad de Zenimax, donde había estado trabajando prácticamente desde sus inicios. En el año 2012 se interesó por el proyecto de Palmer y decidió abandonar la compañía que había dudado para trabajar en el software necesario para poder llevar a cabo el proyecto de realidad virtual. Poco después, en el año 2014, Facebook se interesó por este proyecto adquiriendo la empresa para poder lanzar el primer dispositivo al mercado a principios del año pasado.
Según Carmack, en la líneas de código de Oculus, no se encuentra ninguna línea de que haya sido escrita mientras trabajaba en ID Software, el principal motivo de la demanda de la compañía Zenimac. Según afirma Zenimax, la propiedad intelectual de la compañía ha sido fundamental para poder crear las Oculus Rift. La compañía solicita una compensación de 4.000 millones de dólares, el doble de lo que pagó Facebook por Oculus. Si finalmente se demuestra que Oculus está basado en la tecnología de Zenimax, Facebook va a tener un serio problema con la realidad virtual, una realidad virtual que le podría llegar a 6.000 millones de dólares en su conjunto.