Hace un par de días, nuestro compañero Jordi os informaba sobre los cambios en los términos y condiciones de la aplicación WhatsApp, unos cambios que solicitan nuestro permiso para que la compañía pudiera comenzar a compartir nuestro número de teléfono y todo lo que hagamos en Facebook con empresas de terceros para que se pongan directamente en contacto con nosotros además a través de la aplicación o bien a través de nuestra cuenta en la red social. Si decidimos que hasta aquí ha llegado la intromisión de Facebook en nuestra vida, WhatsApp nos informa amablemente de que teníamos que dejar de hacer uso de la aplicación. Es decir: o pasas por el aro o te olvidas de hacer uso de WhatsApp.
Alemania, unos de los países que más se preocupa por la privacidad de internet de sus usuarios, se ha puesto en contacto con WhatsApp para que deje de recopilar y ceder los datos que ha obtenido hasta el momento y que además borre toda la información obtenida hasta el momento desde que anunció los cambios en los términos y condiciones del servicio. El tribunal Hamburgo que tomado esta decisión, afirma que no se ha notificado debidamente a los más de 35 millones de usuarios de WhatsApp en el país los cambios en las condiciones del servicio que implican el comercio de sus datos.
Está claro que Facebook compró WhatsApp para, más tarde o temprano, comenzar a comercializar con los datos después de integrarlos en Facebook, a pesar del anuncio de Mark Zuckerberg cuando compró la empresa de mensajería en la que afirmó nunca vendería información personal sobre los usuarios y que no cambiaría sus políticas de privacidad.
Quien algo quiere, algo le cuesta. En internet no hay nada gratis. La mayoría de empresas que ofrecen servicios gratuitos comercian con nuestra información para poder mantener los servicios y lo que está tratando de hacer WhatsApp es un paso lógico en una economía de mercado en el que tienes que obtener ingresos para poder mantener un servicio.