Inagotable. Así es la franquicia estrella de Activision y quizás de la generación por las cifras de dinero que ha movido durante estos años. Y es que una vez más, un nuevo Call of Duty vuelve a superar los récords marcados por el títulos previo: Call of Duty: Ghosts ha generado más de mil millones de dólares en su lanzamiento.
Sin embargo, ya sabemos todos que la fórmula jugable del título de Activision, siendo esta estrictamente la novena entrega que sale en consolas de esta generación, está más que quemada, pero aún con todo, los datos de ventas hablan por sí solos.
La trama de este Ghosts nos emplaza en un futuro no muy lejano donde los Estados Unidos han caído y se han doblegado ante un poderoso enemigo que ha sido capaz de tornar sus propias armas contra ellos. Solo los letales y patrióticos comandos Ghosts serán los únicos capaces de inclinar la balanza de nuevo del lado del Tío Sam. Y es que la trama es tan típica y tópica como previsible, aderezada con momentos cinematográficos para deleite del jugador, por una variedad de escenarios notoria (selvas, parajes nevados o hasta el mismísimo espacio exterior)
En el momento en que se mostró al mundo por primera vez Call of Duty: Ghosts, una de las novedades más reseñables era la incorporación de una unidad canina al pelotón, que responde al nombre de Riley, y al cual podremos dar órdenes e incluso llegar a meternos en su pellejo. Y vaya, el can resulta tan letal como el más sigiloso de los asesinos. Ya sabemos que esto fue objeto de mofa por todos los rincones de la red, y es que parece una intentona algo esperpéntica por parte de Infinity Ward para añadir algo de novedad a un gameplay pasado de rosca.
El desarrollo de los niveles está tan scriptado como siempre y a favor de escenas de película que no han conseguido hacer que pasara por alto la sensación de estar moviéndome continuamente por un pasillo y de que los enemigos no poseían una IA mas que básica. Otro lastre del programa es el nivel técnico, que ciertamente presenta mejoras de partículas y efectos de luz no vistos antes en la saga, pero las sombras en el mismo son bastante largas.
El motor empleado es la revisión tropecientas del que ya se ha empleado infinidad de veces para Call of Duty, es más, que no os extrañe ver animaciones recicladas -de hecho por la red ya circulan vídeos con comparaciones-, el nivel de destrucción está a años luz del que se puede conseguir en Battlefield 4, el texturizado a veces resulta borroso, los efectos de fuego o la recreación del agua no son creíbles… Cuesta pensar que detrás de este trabajo esté una editora tan poderosa como Activision y se hayan conformado con este resultado.
A nivel sonoro, tenemos un doblaje al perfecto castellano que sigue la estela marcada por lo saga en este aspecto, por lo que no tengo queja alguna. Ahora bien, falta algo más de contundencia en el sonido de las armas y la bso no cuenta con piezas tan épicas como en otras entregas, y dicho sea de paso, me ha parecido espantoso el tema de Eminem en el juego, aunque aparezca en dos ocasiones.
Presionados por el éxito del modo zombies de Treyarch -y seguramente más por Activision y los dlc que planeará lanzar-, Infinity Ward ha tenido que sacarse el conejo de la chistera e improvisar un modo Extinción donde tendremos que batirnos el cobre con una invasión del espacio exterior, en solitario o hasta con tres amigos más en cooperación. La verdad es que es un modo horda bastante frenético en el que los enemigos surgen de todas partes, resultando más caótico que el modo zombies de los Black Ops y no estoy seguro de que este ritmo vaya a gustar a todo el mundo.
La otra parte esencial de todo Call of Duty es el modo multijugador, incorporando en esta ocasión mapas que no terminan de llegar a convencer ni a ofrecer partidas como las que se disfrutan en Nuke Town o Turbine. Además, la mitad de los mapas tienen una extensión demasiado amplia, lo que no es propicio para la jugabilidad característica del multiplayer de un Call of Duty donde se apuesta más por encuentros directos y frenéticos.
Se han añadido mujeres soldado y algunos movimientos nuevos, como deslizarse por el suelo o asomarse por las esquinas para disparar. Por otra parte, modos de juego como buscar y destruir y punta caliente han pasado a mejor vida pero dando paso a nuevos estrenos, como buscar y rescatar, blitz, a tope y cranked. Sobra decir que la esencia y mecánicas son las mismas que ya estamos cansados de ver.
Sobra decir que la fórmula Call of Duty está agotada. Ha disfrutado de mucho éxito durante demasiados años y ha sido imitada hasta la saciedad, pero ha llegado el momento de que Activision cierre este capítulo de la franquicia y comience a escribir uno nuevo, y qué mejor momento que el comienzo de una nueva generación de consolas, aunque cierto es que este Ghosts ha coincidido justo con el relevo generacional.
Se trata de más de lo mismo de siempre, pero al igual que la comida rápida, a pesar de saber que no es lo más saludable, nos puede apetecer comernos una grasienta hamburguesa y disfrutar de la misma hasta relamernos los dedos. Algo parecido ocurre con Ghosts. Sinceramente, únicamente recomendaría el programa a los fans más acérrimos de una franquicia que tras ya ocho juegos multiplataforma en PS3/Xbox 360, necesita reinventarse con urgencia.
NOTA FINAL MUNDIVJ 6