Mucha ha sido la polémica que ha rodeado a Ground Zeroes, este prólogo de Metal Gear Solid V: The Phantom Pain, desde su mismo anuncio, cuando todavía no sé sabía que se terminaría vendiendo por separado ni que había algo con más entidad, un Metal Gear Solid numerado, en camino. Ahora, esta entrega ya está aquí y, cómo no podía ser de otra forma tratándose de la saga de Kojima, el revuelo mediático sigue vigente.
Y es que la escasa duración de algo más parecido a una demo extendida que a un juego completo hacen que muchos usuarios, incluso fanáticos de la saga, torzamos el morro ante otra política que, llevada a cabo anteriormente en la saga Gran Turismo, podría llegar para quedarse. Sí, tenemos como excusa que The Phantom Pain todavía tiene mucho tiempo por delante pero, sea como fuere, Ground Zeroes es una decisión criticable. ¿Pero está a la altura jugablemente? Veamos.
Seamos tan directos y simples como lo es Ground Zeroes con su misión principal y digamos, desde ya, que es un título que, a mi parecer, sólo disfrutarán aquellos verdaderos aficionados a la saga. ¿Tienes dudas de si merecerá la pena comprarlo o no? No lo hagas. Puesto que dudo que una misión cuyos objetivos son ir a un punto A y llevar lo recogido a un punto de extracción para, inmediatamente después, ir a un punto B para llevar lo recogido a otro punto de extracción, sea algo que satisfaga al público mayoritario.
Es cierto que Ground Zeroes anima al ver que al fin nos encontramos ante un protagonista realmente ágil y cómodo de utilizar, dejamos atrás el planteamiento ortopédico y algo engorroso de anteriores entregas. Muy positiva también la puesta al día de los menús de cambio de armas y uso de ítems y, sobre todo, el radar. También, quizá el punto más positivo en mi opinión, la carga argumental que se deja entrever en las cinemáticas la misión principal apunta a una entrega más madura, más descarnada y más cruda; creo que con The Phantom Pain estaremos más cerca de MGS3: Snake Eater que de MGS4: Guns of the Patriots, y lo agradezco enormemente.
Siguiendo con el aspecto argumental, este prólogo tiene lugar poco después de los hechos acontecidos en Peace Walker, la entrega lanzada originalmente para PSP y que tiempo después ha llegado a Ps3 y Xbox 360 gracias a diferentes colecciones de la saga. En este aspecto, el hecho de que los acontecimientos que vemos y veremos en GZ y The Phantom Pain ocurran entre dos juegos ya existentes harán que a Kojima la cabeza se le vaya menos de lo normal y no veamos extravagancias o puro fanservice sin venir a cuento. ¿Alguien dijo nanomáquinas?
Para ser justos, se debe decir que una vez terminada la misión principal se desbloquearán tres misiones adicionales, junto con una más al coleccionar los nueve parches desperdigados por la base en la que transcurre el juego. Éstas tres misiones desbloqueables son tremendamente simples y funcionan como boceto de mecánicas que podremos ver en The Phantom Pain, pero no tienen ninguna transcendencia en la historia o el personaje, ni ningún tipo de gancho o carisma. Son simples trámites que aportan minutos de juego y nos permiten disfrutar algo más del destacable aspecto técnico de Ground Zeroes, si nos movemos en Ps4 o Xbox One.
Y es que, técnicamente, el juego llama la atención al jugar la misión principal, de noche y con una fuerte lluvia, que hará que los reflejos y la iluminación destaquen por encima del resto. Caso aparte es, al jugar las misiones secundarias (cada una a una hora del día), el exageradísimo popping y el ocasional clipping que se puede advertir, elementos que Konami debe solucionar de cara al lanzamiento de The Phantom Pain. Y siguiendo con los puntos negativos, estoy seguro de que todos los fans acérrimos de la saga echaremos, y mucho, de menos a David Hayter como doblador de Snake/Big Boss. Kiefer Sutherland hace un buen trabajo pero el carisma y la identificación inmediata con el personaje de la voz de Hayter es y será inigualable.
A modo de resumen, me gustaría dejar claro que no apoyo de ningún modo este tipo de decisiones por parte de las compañías y cruzo los dedos porque no siente un precedente y dentro de unos años tengamos que comprar las primeras misiones de los juegos de forma separada. Ground Zeroes es una toma de contacto con lo que está por llegar dentro de la saga y, en ese aspecto, creo que permite ser optimista con los aspectos jugables y narrativos, pilares dentro de MGS. Pero le falta mucho empaque como ente único y, pese a su rejugabilidad, lo simple y breve de las misiones puede decepcionar a más de uno, teniendo en cuenta su precio de venta. Podríamos decir que lo bueno y lo malo de Ground Zeroes es que deja con ganas de más: por aparentar y dejar entrever un salto cualitativo más allá del puro fanservice incongruente que fue MGS4 y por ser, a todas luces, insuficiente.