Desde el MIT, Insituto Tecnológico de Massachusetts, acaban de anunciar que uno de sus equipos de investigación ha conseguido diseñar una nueva batería de litio-oxígeno que mejora de manera significativa tanto en vida útil como en eficiencia energética a todas las versiones anteriores. Como detalle, frente a las baterías de iones de litio, los modelos de litio-oxigeno destacan por ofrecer una densidad muy alta. En cuanto a datos como tales, destacar que una de estas baterías puede ser un 90% más eficaz, cinco veces más ligera y diez veces más potente. Uno de sus puntos negativos, siguiendo con la comparación, es que tan sólo ofrecía unos 2.000 ciclos de carga.
Debido precisamente a sus grandes cualidades, muchos han sido los equipos de investigadores que se han puesto manos a la obra para conseguir mejorar esos puntos negativos que, hasta ahora, las hacían poco prácticas. Gracias a los resultados conseguidos por los investigadores del MIT se podría estar abriendo una nueva puerta, especialmente dentro de un mercado como puede ser el de los coches eléctricos y los dispositivos electrónicos portátiles.
La batería de litio-oxígeno del MIT supera muchos puntos negros de anteriores versiones presentadas.
Como decíamos, este nuevo tipo de baterías todavía presentan una serie de inconvenientes que las hacen poco practicas, entre ellos agregar a los ciclos de carga que a día de hoy pierden buena parte de la energía en forma de calor, se degradan con relativa rapidez y requieren de componentes adicionales bastante costosos dedicados a bombear el oxígeno dentro y fuera de la arquitectura que, a su vez es, al contrario de las tradicionales, de célula abierta.
En cuanto al trabajo realizado por los científicos del MIT en referencia a las baterías de litio-oxígeno, destacar que han conseguido efectuar una variación de la química de la batería de tal forma que ahora se presentaría totalmente sellada por lo que podría utilizarse como una batería convencional. Esta modificación hace que se reduzca en cinco veces la tensión lo que finalmente nos lleva a una carga para mucho más rápida y una eficiencia mejorada mientras que, evitar el estado gaseoso del oxígeno hace que se pueda alargar su vida útil.
Durante las pruebas efectuadas a este sistema, el nuevo prototipo fue expuesto a 120 ciclos de carga y descarga mostrando una pérdida de menos del 2% lo que se traduce en que esta batería tendría una vida útil más larga. El equipo encargado del desarrollo de este proyecto espera poder poner a prueba un prototipo optimizado durante 2017.