Aquí nadie se libra. Que pillen a una multinacional que persigue la falsificación de sus productos por todo el mundo, haciendo uso de un software pirateado para evitar pagar la correspondiente licencia parece un chiste que en realidad no lo es. Quest, la compañía que ha demandado a Nike, es una empresa que se dedica a crear bases de datos para su gestión en la nube y están enfocadas el mundo empresarial.
Después de realizar una auditoria, Quest puedo comprobar como la multinacional hacía uso de su software de forma ilegal, utilizando generadores de contraseñas que circulan por Internet y que están a disposición de todo el mundo. A pesar de que la empresa solicitó amablemente a Nike que regularizara la situación, esta se negó. Solución: una demanda.
Nike contrató los servicios de Quest en 2001, y desde entonces, el fabricante ropa y calzado deportivo ha ido comprando una serie de licencias a la compañía para utilizar su servicio. Pero tras la auditoria que realizó la compañía, detecto que un gran número de equipos estaban haciendo uso de un generador de claves para poder activar los servicios que ofrece Quest a sus clientes en la nube.
En la demanda, Quest demanda Nike por infringir los derechos de propiedad intelectual además de incumplir el acuerdo al que llegaron en 2001 cuando empezaron a trabajar juntos. Como era de esperar, Quest no solo solicita una compensación económica sino además exige que todos los equipos que tengan instalada una versión pirateada de Quest adquieran legalmente su licencia.
Nike no se ha pronunciado al respecto, es de suponer que estarán preparando un comunicado para tratar de explicar como hacen uso de aplicaciones pirateadas, fomentando así la piratería cuando sus productos son los más falsificados del mundo y cada año gasta cientos de millones de dólares en evitar que las copias de sus productos lleguen a los mercados.