En los últimos años muchos han sido los dispositivos móviles que han llegado al mercado, algunos con más éxito que otros, en la mayoría de los casos los dispositivos no han sufrido ningún problema de importancia. Sin embargo, en algunas ocasiones, como con el Note 7, el dispositivo sufre más problemas de lo normal y el fabricante es quien tiene que hacerse cargo. Samsung demostró su entereza retirando el dispositivo del mercado para evitar que algún consumidor pudiera verse afectado por los problemas del Note 7, un problema serio. Apple hace unas semanas abrió un programa gratuito de reemplazo de baterías para todos aquellos dispositivos que se apagaban al llegar al 30%. Sin embargo, otros fabricantes parece que no le dan mucha importancia a los problemas que puedan sufrir los usuarios con sus dispositivos, como es el caso de LG con los modelos G4 y V10.
Cualquier dispositivo es susceptible de sufrir problemas de funcionamiento, se hayan originado en la línea de producción, por fallo de algún componente del mismo o bien por el sistema operativo. El último gran problema que afectó a un gran número de usuarios y ante el cual la compañía coreana no ofreció ninguna solución tiene que ver con los modelos de LG G4 y V10, unos modelos que sufrían de reinicios constantes, reinicios que impedían hacer uso del terminal en condiciones normales.
A pesar de reconocer que el problema tenía su origen en la fabricación de estos dispositivos, la soldadura de algunos componentes se degradaba rápidamente produciendo un bucle infinito de reinicios en ambos modelos, el servicio técnico no reemplazaba en ningún momento los dispositivos afectados y cuando procedían a hacerlo, el nuevo terminal volvía a sufrir con el tiempo del mismo problema. Además, aún siendo un problema de fabricación reconocido por la propia compañía, el servicio técnico no quiso hacerse cargo de los dispositivos fuera de garantía.
La falta de soluciones ha obligado a un gran número de usuarios a llevar a LG a los tribunales, donde los usuarios exigen que se haga cargo no solo de reemplazar todos los terminales de los usuarios que se han unido en esta demanda, sino que además solicitan una compensación por daños y perjuicios que le han podido ocasionar todos los problemas que sufrían estos terminales, problemas que la propia compañía reconoció en su momento. LG tiene todos los puntos para perder este juicio. Al menos esto le servirá a aprender y la próxima vez que sus terminales tengan un problema similar seguro que los reemplaza por unos nuevos.