Para intentar comprender mejor el funcionamiento del corazón humano, un grupo de ingenieros y científicos de la Universidad de Harvard en Estados Unidos ha desarrollado un robot raya que se mueve mediante impulsos de luz. Como se puede ver tanto en la imagen que hay situada justo sobre esta líneas como en el vídeo en la entrada extendida, hablamos de un dispositivo blandol compuesto, según ha transcendido, por células de corazón de rata integradas en un esqueleto de oro.
La idea de crear un robot raya básicamente surgió cuando sus desarrolladores, elaborando un proyecto referente a problemas de corazón, se dieron cuenta que una raya se asemeja mucho a la superficie del endocardio, la membrana que recubre el interior de las cavidades del corazón. Tras este descubrimiento, rápidamente sus mentes imaginaron las ventajas de conseguir desarrollar un sistema que imitase su movimiento mediante células vivas.
Desarrollar un robot raya puede permitir estudiar el comportamiento del corazón humano.
No en vano, para conseguir crear una raya de manera arficial, tuvieron que emplear unas 200.000 células cardíacas de rata sobre un elastómero. Este después fue colocado sobre una estructura con forma de una raya de un tamaño de unos 160 mm, una décima parte del tamaño del pez original. Para conseguir movimiento, los científicos modificaron las células cardíacas para estas presentasen sensibilidad a la luz y se muevan a través de impulsos.
En las pruebas realizadas hasta la fecha en laboratorio, el equipo encargado del desarrollo de este robot raya ha sido capaz de dirigir al robot a la derecha e izquierda modificando la posición de los pulsos de luz. La velocidad se puede controlar ajustando la frecuencia de la luz. Según declaraciones de Kit Parker, líder del estudio:
El fin último es entender mejor el corazón humano y las enfermedades cardíacas haciendo ingeniería inversa de otras formas de bombeo muscular que podemos ver en la naturaleza.