La conducción autónoma está a la orden del día, y es que incluso las firmas clásicas de automoción se están lanzando a experimentar con la tecnología de conducción autónoma de cara a satisfacer a los usuarios. Tesla Motors ha sabido darle un importante empujón a un mercado que parecía abandonado, de hecho los fabricantes de vehículos mostraban poco o ningún interés en ello. La última en sumarse es Intel, no es precisamente una empresa conocedora del mundo de los coches, pero si en el mundo de la tecnología, y toca diversificar cuando se venden menos procesadores para PC que nunca.
Entra por la puerta grande en la conducción autónoma, invirtiendo nada menos que 15.300 millones de dólares en la adquisición de Mobileye. Ya hemos podido hablar en alguna ocasión de esta firma israelí especializada en la conducción inteligente. Así ha hablado al respecto Brian Krzanich, consejero delegando de Intel:
Esta adquisición supone un gran paso adelante para nuestros accionistas, la industria de automoción y los consumidores.
De este modo, Intel pretende reducir los costes de implementar esta tecnología en los vehículos del futuro. La compañía californiana se ha percatado de un buen mercado y quiere sacar tajada, pensando en poder incluir su tecnología en la mayor cantidad de coches posibles, y así cobrar un poco por cada modelo vendido, algo así como lo que ha conseguido con la inmensa mayoría de fabricantes de PC tanto sobremesa como portátiles.
Mientras tanto, Intel ha bajado 1,90% en bolsa, un 2,87% en lo que llevamos de año, mientras que Mobileye ha crecido nada menos que un 30% en precio de acción, algo así como el 60% en lo que va de año. Sin duda hay un claro vencedor, 15.400 millones de dólares no es moco de pavo en este tipo de transacciones. Intel sigue buscando la gallina de los huevos de oro mientras que baja la producción de procesadores.