La compañía con sede en Redmond podría dejar de prestar servicios en la capital de Rusia. Según informa Bloomberg, Moscú comenzará a reemplazar los productos de Microsoft con software nacional, como resultado de la insistencia de Vladimir Putin para dejar de depender de la tecnología extranjera, es especial de toda la que provenga de Estados Unidos. El jefe de tecnología, Artem Yermolaev, afirmó a la prensa que el primer servicio que dejará de funcionar será Microsoft Exchange y Outlook, que será sustituido en 6.000 ordenadores por el software de la empresa rusa Rostelecom.
Pero esto es solo la punta del iceberg, ya que en el futuro, las autoridades quieren implementar el software nacional para gestionar el correo electrónico en más de 600.000 ordenadores distribuidos por todo el país. Incluso podrían reemplazar tanto a Windows como a Office aunque de momento, según anuncio el ministro de tecnología, no hay planes al respecto.
El presidente ruso Vladimir Putin ha estado efectuando llamamientos a empresas y entidades para que pusieran a su disposición una oferta que les permitiera trabajar como hasta ahora y dejar de depender del software americano. La falta de confianza en el software americano no solo afecta a Microsoft sino que también Google y Apple han tenido diferentes problemas en el país por el supuesto espionaje de sus aplicaciones y sistema operativo.
Todo comenzó con la crisis de Crimea, en la que la comunidad internacional se postuló en contra de Rusia, y desde Rusia comenzaron a llegar las primeras amenazas tanto a Europa como a Estados Unidos. Para tratar de frenar el avance de los productos americanos en el país, Putin quiere aumentar los impuestos a las empresas americanas que operan dentro del país.
Poco a poco, el gobierno ruso parece que vaya siguiendo los pasos de China, tratando de tener controlado en todo momento toda la información que circula por internet y los dispositivos que puede suponer una amenaza para el gobierno. Cabe recordar que hace un par de años, el gobierno del país decidió sustituir todos los iPad por tablets de Samsung, ya que afirmaban que iOS tenía una puerta trasera que permitía a las autoridades americanas acceder a la información almacenada en cualquier dispositivo.