A mediados de los 90s, era fácil ser considerado un experto en tecnología. Todo lo que necesitabas para impresionar a tus amigos (y posiblemente a tus enemigos) era tener una dirección llamativa de correo electrónico.
Los usuarios de Internet más astutos renunciaban a tener direcciones de correo estándar, las de su proveedor de Internet. Los jóvenes de entonces se enfocaban en tener una dirección personalizada de un proveedor externo.
En aquel entonces, no existía un proveedor más atractivo que Hotmail. Incluso las verdaderas élites tendrían un sitio web GeoCities, pero esa es otra historia. De momento, contemos la historia de lo que pasó con el correo Hotmail y por qué se habla poco de este últimamente.
Solo hicieron falta 4.000 dólares y una idea innovadora
El servicio de correo electrónico gratuito fue creado por Jack Smith y Sabeer Bhatia, quienes eran estudiantes de la Universidad de Stanford. Estos chicos reunieron 4.000 dólares para construir un prototipo en 1995, lo que les llevó a recibir 300.000 dólares de la empresa de capital riesgo Draper Fisher.
Hotmail se lanzó el 4 de julio de 1996, para demostrar la libertad de los servicios basados en ISP. Para contextualizar esta línea de tiempo, Hotmail se lanzó un día después que la película “Día de Independencia” (sí, la de Will Smith) llegara a los cines.
El nombre se creó originalmente como HoTMaiL en honor al HTML, el lenguaje de marcas utilizado para crear páginas web.
Como pionero del correo web, Hotmail permitió que los usuarios accedieran a su bandeja de entrada, desde cualquier parte del mundo donde tuvieran conexión a Internet.
Quienes abrían una cuenta también eran libres de crear su propio usuario, o sea, la cadena de texto que precede al símbolo @. Mirando hacia atrás, sólo queda imaginar todas las direcciones de Hotmail que se crearon durante este periodo, algunas con nombres muy graciosos.
Hotmail tuvo un éxito inmediato pese a su almacenamiento de 2 MB, que en aquel momento era decente, aunque no lo suficiente para los estándares actuales. En el primer mes, Hotmail atrajo a más de 100.000 suscriptores y registró su primer millón de usuarios en menos de seis meses.
La nueva era de la mano con Microsoft
Cuando Microsoft inició las negociaciones para comprar Hotmail a finales de 1997, Hotmail ya contaba con 10 millones de suscriptores alrededor del mundo y controlaba una cuarta parte del mercado del correo web.
America Online (AOL), el mayor proveedor de correo electrónico del mundo en ese momento, sumaba 12 millones de suscriptores. Bhatia declaró entonces al Indian Express, que al principio se mostró cauteloso con Microsoft por su reputación de monopolio.
Sin embargo, Bhatia dijo que su director general, Bill Gates, «no ha perdido la capacidad de detectar qué está pasando hoy en día». La compra de Hotmail fue la validación de esa visión.
Finalmente, Hotmail aceptó venderse a Microsoft, en una operación de intercambio de acciones valorada en 400 millones de dólares, lo que supuso el surgimiento de dos nuevos millonarios en Internet.
MSN Hotmail, el correo más popular del mundo
Microsoft aprovechó de inmediato su nuevo activo, añadiendo Hotmail a su grupo de servicios MSN y adaptándolo a los mercados de todo el mundo. La iniciativa tuvo gran éxito y la base de usuarios creció más rápido que la de cualquier medio de comunicación en la historia.
A comienzos de 1999, MSN Hotmail tenía más de 30 millones de usuarios y añadía 150.000 nuevos cada día. El correo electrónico era la actividad en línea más popular en ese momento, pues casi el 90% de usuarios de Internet lo habían adoptado.
Con MSN Hotmail, Microsoft ofrecía un servicio rápido, gratuito, fiable y accesible desde cualquier ordenador con acceso a Internet. Con pocos competidores, es fácil ver cómo este servicio creció tan rápidamente como lo hizo.
Sin embargo, quien hace las cosas primero no necesariamente las hace mejor, por lo que aún vendrían cosas que supondrían el comienzo de la decadencia de Hotmail.
Los problemas de seguridad de Hotmail
Los problemas surgieron en 1999, cuando unos hackers hablaron de un fallo que permitía a cualquiera entrar en cuentas Hotmail con la contraseña «eh».
Microsoft negó esta teoría, y sugirió que se trataba de una puerta trasera dejada accidentalmente por los desarrolladores. Más allá de la causa, el asunto fue descrito por Wired como “el incidente de seguridad más extendido en la historia de Internet”.
Otra situación parecida se produjo en 2001, al descubrirse que cualquiera podía entrar en una cuenta de Hotmail y crear una URL personalizada para leer los mensajes privados de otras cuentas, sin necesidad de contraseña.
Lo único que se necesitaba para localizar un objetivo específico era un nombre de usuario y un número de mensaje válido, que podía ser adivinado mediante software especializado. En ese mismo año 2001, Microsoft lanzó Windows XP junto con Internet Explorer 6.
La compañía de Redmond era la fuerza tecnológica dominante, pero aquellos días se enfrentaba a la guerra de los navegadores y a la demanda antimonopolio contra el gobierno de EEUU. Este le acusaba de tener una posición ilegal de monopolio en el mercado de la informática.
Está claro que existían unas cuantas distracciones en el aire, y Microsoft no se condujo del todo bien en el frente de la seguridad por unos cuantos años.
El surgimiento de Google como nueva opción
Pero al final, estos problemas palidecieron en relación con una mayor amenaza que se aproximaba para el dominio de Hotmail. En abril de 2004, Google lanzó Gmail como proyecto beta, ofreciendo 1 GB de almacenamiento gratuito.
En cuanto a marketing, la oferta era brillante y 1 GB de almacenamiento gratuito parecía ilimitado respecto a lo que ofrecían otros servicios de correo. Esto obligó a Microsoft y Yahoo! a mejorar su oferta, realizando una serie de innovaciones en este ámbito.
Cuando se lanzó Gmail, Hotmail limitaba el almacenamiento gratuito de los usuarios a 2 MB. Unos meses más tarde, amplió la capacidad a 250 MB para las cuentas gratuitas y la posibilidad de enviar archivos adjuntos de hasta 10 MB.
Mientras Google estaba ocupado haciendo lo suyo con Gmail, Microsoft trabajaba duro en un nuevo sistema de correo electrónico, que saldría de la fase beta como Windows Live Hotmail a mediados de 2007.
Esto tardó más de la cuenta (en la escala temporal de internet), con lo cual Gmail ganó suficiente impulso. Ya para esta época, Hotmail se consideraba anticuado, lento y demasiado simple. En simultáneo, MSN Messenger también experimentó una espiral descendente.
Los de Redmond dedicaron los siguientes años a acelerar el servicio, aunque no lo suficiente. También trabajaron para que Hotmail fuese confiable y más fácil de usar, añadiendo compatibilidad con Firefox y Chrome, e integrando la búsqueda de Bing.
En 2010, la actualización «Wave 4» de Microsoft habilitó los filtros de 1 clic y el barrido de la bandeja de entrada. La compatibilidad con Exchange ActiveSync no tardó en llegar, y en 2011 se añadieron alias, acciones instantáneas, barrido programado y la habilitación de SSL por defecto.
De Hotmail a Outlook.com
Microsoft no fue capaz de limpiar la reputación manchada que se había ganado Hotmail entre entusiastas de la tecnología y jóvenes de ese momento. El servicio también era especialmente popular entre los que envían spam.
Los esfuerzos para hacer frente al spam, incluida la actualización de su política anti-spam y la reserva del derecho a cancelar cualquier cuenta que violara sus condiciones de servicio, no sirvieron para resolver el problema.
El nuevo servicio de correo electrónico de Microsoft, Outlook.com, se lanzó en versión beta en julio de 2012, con un diseño limpio y moderno. A los usuarios actuales de Hotmail se les dio la opción de mantener su extensión @hotmail.com o convertirla en @outlook.com.
Fue un éxito instantáneo, ya que más de 10 millones de usuarios se registraron voluntariamente en Outlook.com durante las dos primeras semanas. El servicio salió de la versión beta a principios de 2013 y, en mayo, Microsoft completó la migración de Hotmail a Outlook.com.
La compañía dijo entonces que tenía 400 millones de cuentas activas de Outlook.com, desde el pico de Hotmail de «más de 300 millones», gracias en parte al crecimiento orgánico por el entusiasmo del nuevo producto.
Skype, modo oscuro y más
Microsoft siguió reforzando Outlook.com con nuevas funciones tras el paso de los años, como la integración de Skype, la compatibilidad con IMAP, entre otros. Incluso probaron con una versión paga llamada Outlook Premium, pero finalmente incluyeron esas características en Office 365.
Otro problema de seguridad ocurrió a inicios de 2019, cuando un hacker utilizó las credenciales de un empleado para acceder a cuentas de correo de algunos usuarios. El impacto de la brecha no fue tan dañino, pero Microsoft manejó la situación de forma cuestionable.
El Modo Oscuro llegó al poco tiempo, que se creó con el fin de aumentar la duración de la batería y reducir el cansancio en la vista, para quienes eligieran usarlo. Desde aquí, no ha habido anuncios importantes sobre el servicio de correo de Microsoft.
¿Cuál es la realidad actual de Hotmail?
Desde que Microsoft hizo la transición de Hotmail a Outlook, ir a www.hotmail.com te redirige al servicio de correo web de Outlook, que actualmente vive en el dominio outlook.live.com.
Aún existen millones de direcciones de correo electrónico de @hotmail y siguen utilizándose junto con sus otras muchas formas (@live, @msn, @passport y, por supuesto, @outlook), y aún hoy se pueden crear nuevas direcciones de correo electrónico de @hotmail.
Sin embargo, el correo electrónico ha dejado de ser un activo de moda entre las propiedades web. Existe una percepción a favor de Microsoft, considerada entre neutral y positiva de Outlook.com y de los servicios que ofrecen actualmente.
Hotmail sirvió de base para que surgiesen nuevas plataformas de correo, tecnologías de mensajería y almacenamiento en la nube. Posiblemente veamos a Hotmail unos años más, aunque obviamente no con la misma fuerza de sus inicios.
En resumen, la decadencia de Hotmail está ligada a la propia decadencia del correo electrónico como un medio de comunicación global de uso masivo.