Existen algunas interesantes opciones de tener WiFi portátil ilimitado, para estar siempre conectados y disponer de Internet allá donde vayamos. Son soluciones mucho mejores que usar las redes de WiFi públicas, a menudo inestables y casi siempre poco seguras.
El objetivo no es otro que conectarnos a Internet desde cualquier lugar, sin límites ni restricciones. Básicamente, existen dos soluciones a las que podemos recurrir: una es la de los routers portátiles. La otra, la de hacer servir nuestros dispositivos móviles como improvisados routers WiFi. Explicamos ambas opciones a continuación:
Cuestiones previas
Lo primero que debemos saber es que todas las soluciones que proponemos en este artículo consisten en utilizar redes alternativas de 4G ó 5G. En unos casos, haciendo servir la conexión que ya tenemos en el móvil o bien contratando una nueva.
Después hay que considerar la conveniencia de usar nuestra tarjeta SIM habitual o adquirir una tarjeta de prepago. O incluso hacerse con una SIM internacional, si queremos disponer de WiFi mientras viajamos por el extranjero. Obviamente, la tarifa final a pagar dependerá de todos estos factores.
Dicho esto, repasamos a continuación las diferentes formas de las que disponemos para conseguir y disfrutar de WiFi portátil ilimitado:
Routers portátiles
Esta es la primera solución y la que mejor resultado ofrece. Los routers portátiles, que pueden funcionar tanto con 4G como con 5G, son dispositivos capaces de generar redes WiFi a través de nuestra tarifa de datos. Todo lo que debemos hacer es insertar en ellos nuestra tarjeta SIM con los datos y el aparato se encargará de crear una red WiFi.
Son muchas las personas que usan esta solución en sus viajes y desplazamientos. Su tamaño compacto es una gran ventaja, ya que permite que podamos transportarlos fácilmente en cualquier maleta o bolso. Algunos incluso caben en el bolsillo de una chaqueta. Además, se trata de routers independientes, que no necesitan ningún otro aparato para funcionar.
Esta independencia tiene la ventaja de que podemos, opcionalmente, configurar una tarifa de datos específica para el router. Es decir, disponer de una tarjeta SIM exclusiva para el router, sin tener que utilizar la de nuestro móvil, por ejemplo, para disponer de WiFi portátil ilimitado.
En cuanto a modelos, la verdad es que hay mucho donde elegir y con diferentes tipologías:
- Router enchufable, el clásico modelo con antenas, ideal para enchufarlo y disponer de él en una segunda residencia o casa de vacaciones.
- Router inalámbrico. Este tipo de router funciona con baterías recargables. Hay diferentes tipos según su autonomía.
- Pincho USB (también llamado Dongle), que vamos a poder conectar a un portátil desde el cual obtener la energía eléctrica que necesita para funcionar.
Elegir uno u otro tipo va a depender en gran medida de nuestras preferencias y necesidades. Es recomendable, en todo caso, que sea un aparato mínimamente resistente (que no se rompa con facilidad, ya que lo vamos a trasladar de un lugar a otro con cierta frecuencia). También es importante conocer con qué tipo de redes son compatibles.
Usar el móvil como router portátil
Aunque hay routers portátiles de diferentes precios, si no queremos gastarnos más dinero en un nuevo aparato siempre contamos con la posibilidad de convertir nuestro teléfono móvil en un router y disponer así de WiFi portable ilimitado.
Es una solución que tiene pros y contras. Es cierto que supone un claro ahorro (no hay que comprar ningún router nuevo) y que es un servicio disponible en cualquier tipo de smartphone, tanto Android como iOS. Sin embargo, este método comporta inevitablemente tener que hacer uso de los datos de nuestro móvil, es decir, de nuestra tarjeta SIM. Y la verdad es que estos pueden llegar a consumirse de forma muy rápida si hay más de un dispositivo conectado.
Veamos a continuación cómo se puede crear una red WiFi portátil desde un teléfono móvil, lo que técnicamente se conoce como crear un punto de acceso:
En Android
Los pasos a seguir son los siguientes:
- En primer lugar, accedemos al menú de Ajustes de nuestro teléfono.
- Allí buscamos la opción «Conexiones» (en algunos casos, según el fabricante que sea, aparece con el nombre de «Redes e Internet»).
- A continuación seleccionamos «Compartir internet» o «Conexión compartida».
- Nombramos la nueva red y le asignamos una contraseña.
- Para finalizar, activamos la opción de «Usar Compartir Internet».
En iPhone
El modo de ejecutar esta operación a través de un iPhone es todavía más sencillo. Lo único que hay que hacer es acceder al menú de Ajustes y, entre las distintas opciones que se muestran, escoger la de «Punto de acceso personal».
En iOS no vamos a tener la posibilidad de cambiar el nombre, pero sí de poner una contraseña nueva. Hecho esto, el último paso consiste en activar la opción de «Permitir a otros conectarse».
Para acabar, hay que mencionar que todavía existen otras formas alternativas que, si bien no nos proporcionan WiFi ilimitado, pueden resultar útiles en un momento dado. Se trata básicamente de compartir conexión entre dispositivos mediante cable USB o vía Bluetooth. No son soluciones ideales, pero nos pueden sacar de algún que otro apuro.